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Apoyo a la Reconstrucción del Tejido Social ARTS

Historias de Defensa y Resistencia

Cuaderno de ejercicios con un enfoque psicosocial desarrollado por nuestro área de Apoyo a la Reconstrucción del Tejido Social (ARTS). Producido con la colaboración de la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo (ACCD). 


Caja de herramientas: análisis de riesgo para personas defensoras

En agosto de 2019 se realizó el Encuentro de Protección Integral en el Trabajo por los Derechos Humanos, surgido en un alianza entre el área de reconstrucción del tejido social (ARTS) de PBI Colombia con colaboración de la Corporación Centro de Atención Psicosocial (CAPS) y el Movimiento Nacional de Víctimas de Crímines del Estado (MOVICE). Durante los cuatro días que duró el Encuentro exploramos diferentes estrategias, formas de hacer análisis, ejercicios, etc., encaminados a fortalecer nuestras medidas de protección en diferentes sentidos, teniendo en cuenta aspectos relacionados con nuestra información, nuestra integridad física, así como con nuestra emocionalidad, entendiendo cómo todos ellos están íntimamente vinculados. Estas cartillas contienen actividades que podemos modificar, replantear y adaptar a nuestros territorios, condiciones, habilidades, gustos e intereses. Producido con la colaboración del Ministerio de Asuntos Exteriores de Holanda. 


#NOSOTRAS DEFENSORAS

La espiritualidad en la protección Es una conexión con la madre naturaleza, nos llena de energía, ayuda a sentir paz, armonía y reconocimiento mutuo a través de la espiritualidad. La sanación Las defensoras ponen cuerpo, mente y espíritu para seguir desarrollando los trabajos en defensa de los derechos humanos. Y la continuidad de esa labor implica sanar las heridas para sostener las luchas. Las cosmovisiones de los pueblos originarios nos enseñan las claves de la sanación a través de prácticas ancestrales. Donde el ser parte de un todo, el soltar, dejar ir, perdonar, personarse, reconocer, armonizar y complementar son partes esenciales para sanar la violencia histórica hacia las mujeres, hacia los pueblos y la naturaleza. La sanación como una práctica cotidiana es la clave para la supervivencia y protección de las mujeres defensoras. El autocuidado El desgaste que provoca el trabajo de defensa de derechos humanos no suele verse como un tema prioritario por las defensoras y sus organizaciones. Las defensoras suelen señalar que no tienen tiempo ni espacio para cuidar de sí, muchas de ellas enfrentan dobles e incluso triples jornadas de trabajo, exponiéndose a múltiples afectaciones sobre su salud física, emocional, psicológica, mental, espiritual y sobre sus relaciones familiares, amorosas, sexuales, de amistad y de trabajo. Ante ello, el autocuidado es una estrategia individual y colectiva que invita a repensar los activismos y a modificar los patrones que desgastan a defensoras y organizaciones para hacer sostenibles las luchas y movimientos. Diferentes aspectos de la protección Ya no podemos hablar de la protección de manera individual ni fragmentada. Es necesario avanzar hacia una visión colectiva de la protección con estrategias que vayan más allá de la seguridad hacia un enfoque integral, que ponga el autocuidado, el cuidado colectivo, la sanación en el centro, que recupere la memoria histórica, que posicione a las defensoras como sujetas activas en materia de seguridad, incorporando las prácticas para el manejo de los riesgos en la cotidianidad y a lo interno de las organizaciones, movimientos y comunidades. Ser una mujer defensora Ser defensora es un compromiso de vida. Implica romper los estereotipos marcados por la sociedad patriarcal en un contexto de desigualdades estructurales, impunidad, corrupción, crimen organizado, misoginia, lgbtifobia, discurso de odio, extractivismo, políticas neoliberales y cierre de espacios democráticos. Ser defensora es enfrentar una doble violencia desde lo cotidiano, hasta nuestra acción pública, por el hecho de ser defensoras de derechos humanos y por el hecho de ser mujeres.