Entre la tierra firme y el océano
Tarde de domingo, estamos relajados sintiendo la brisa del Pacífico, sentados en el extremo de uno de los muchos puentes de madera que tiene esta parte de la ciudad de Buenaventura. Un hábitat que conecta la tierra firme con el océano, donde el estilo de vida es tan rural como urbano para los miles de habitantes de esta ciudad portuaria. Cada puente es diferente, y el “nuestro” no es cualquiera. Hace parte del primer de los dos Espacios Humanitarios del barrio, este es Puente Nayero.