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«¡Canta, canta compañero!»

«¡Canta, canta compañero!»

«Catatumbo» es uno de estos nombres y lugares que una vez conocidos, quedan grabados en la mente. Para llegar a nuestro destino final, El Tarra, partimos de Cúcuta, ciudad fronteriza con Venezuela, atravesamos majestuosos paisajes de montañas vertiginosas que se abrían a través de caminos destartalados y sinuosos. paisaje Catatumbo Al  tratar sobre el tema del Catatumbo, la opinión generalizada por parte de los medios de comunicación tanto los independientes como los de mayor tirada nacional, muestra que esta región, conocida por su inmensas riquezas naturales, ha sido vinculada al conflicto social, político y armado, al abandono del Estado, a las luchas por el territorio y la tierra, a la violencia de grupos armados legales y al margen de la ley y a los intereses económicos nacionales e internacionales. En medio de este contexto, diferentes sectores ciudadanos se han unido desde hace varios años con el fin de exigir de manera pacífica el respeto a la población civil y sus derechos. Paradigma de estas reivindicaciones, el 2013 fue para el Catatumbo sinónimo de movilizaciones campesinas que consiguieron, que esta zona apartada, formara parte del debate nacional y se convirtiera en un verdadero referente para el campesinado colombiano. Fue en El Tarra, «tierra acogedora de paz», como lo indica su lema, municipio en pleno corazón catatumbero, donde varias organizaciones convocaron los días 5 y 6 de diciembre la Constituyente Regional del Catatumbo: «Construimos Mandatos para la Paz y el Territorio». Iniciativa ciudadana impulsada para construir mandatos populares para la región del Catatumbo sobre mecanismos de participación política, territorios interculturales, economía campesina, minería artesanal, Zonas de Reserva Campesina, entre otros. En este impresionante encuentro se agruparon unas mil quinientas personas (comunidades de la región, campesinos, víctimas y delegados de organizaciones sociales y políticas) para generar poder popular desde la base a favor de un cambio social positivo. acto.Catatumbo.web Uno de los momentos más vibrantes de este encuentro fue la marcha de antorchas en memoria de los cuatro campesinos llamados «mártires del Catatumbo» (Edinson Franco Jaimes, Leonel Jacome, Diomar Humberto Angarita, y Hermides Palacios), quienes perdieron la vida en junio del año pasado mientras estaban buscando y exigiendo mejores condiciones para el campo colombiano. [caption id="attachment_121" align="alignnone" width="474"]La Corporación Colectivo de Abogados Luis Carlos Pérez (Ccalcp) lleva más de una década comprometida con los procesos sociales del Catatumbo. (PBI acompaña a Ccalp desde el año 2006). La Corporación Colectivo de Abogados Luis Carlos Pérez (Ccalcp) lleva más de una década comprometida con los procesos sociales del Catatumbo. (PBI acompaña a Ccalp desde el año 2006).[/caption] Fueron tantas las emociones que me removieron el alma al ver miles de velas y escuchar tantas voces cantando las palabras de Ali Primera por sus hermanos fallecidos: «Los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos y a partir de este momento es prohibido llorarlos. […] Canta, canta compañero, que tu voz sea disparo, que con las manos del pueblo no habrá canto desarmado». A ritmo de fiesta y carranga terminó el encuentro campesino, celebrando la resistencia del lindo Catatumbo. Delphine Taylor
Viene de una familia franco-británica. Nacida en los EEUU, Delphine creció en Bélgica donde desarrolló un fuerte interés por los viajes, la diversidad cultural y los derechos humanos. Esta pasión por conocer el mundo debe de ser una herencia de familia, puesto que tres de sus hermanos actualmente viven en África, mientras su otra hermana se encuentra en Luxemburgo. Sus experiencias en el extranjero y su compromiso asociativo la llevaron a elegir el camino de la Sociología y la Antropología, en particular cuestiones sobre alteridad en el subcontinente latinoamericano. Se animó en formar parte de la aventura PBI para poder vivir una experiencia única, práctica y formativa, acercarse a diferentes realidades, conocer personas defensoras de derechos humanos y sus luchas respectivas, y empaparse de una nueva cultura.