Estas palabras las dijo una víctima de la masacre de La Chinita, cuya conmemoración fue el pasado mes de septiembre.
El 23 de enero de 1994, durante una verbena en un barrio de Apartadó (Antioquia), las Farc llegaron y tirotearon a los presentes, matando a 35 personas.
El barrio de la Chinita era poblado en su mayoría por desmovilizados del EPL (Ejército Popular de Liberación), convertido en el movimiento político: Esperanza, Paz y Libertad. En ese entonces las Farc acusaron a los desmovilizados del EPL de haber traicionado la revolución[1] y de convertirse en comandos populares afiliados con grupos paramilitares[2].
En esta masacre, de las 35 personas asesinadas, dos eran desmovilizadas, los otros eran habitantes del barrio, trabajadores de fincas bananeras, dos menores de edad y una mujer[3].
En el marco del proceso de paz, la asociación de víctimas de La Chinita escribió una carta a la delegación de las Farc para pedirles que reconocieran su responsabilidad en la masacre, que pidieran perdón y asumieran la reparación integral a las víctimas[4].
Este acto se materializó el 30 de septiembre 2016: una delegación de las Farc y del Gobierno fueron a este barrio obrero, reconocieron su responsabilidad y pidieron perdón. PBI fue invitado a participar en el evento, que fue muy emocionante.
El día empezó temprano, en la “calle de la masacre”, donde las víctimas, familiares, comunidades solidarias, organizaciones nacionales e internacionales se reunieron para recordar los hechos de ese 23 de enero de 1994. Hubo un minuto de silencio, una oración y, posteriormente, comenzó la caminata hacía el colegio San Pedro Claver con pancartas en las que había mensajes de perdón y de esperanzas para un país en paz.
Cuando llegamos al colegio, la asociación de víctimas se reunió con las Farc, en un espacio privado. Después se inició la ceremonia con una obra de teatro, en la que se representaba a tres víctimas que explicaban esa noche de horror. En esta obra, se anunció que la “calle de la masacre”, ya no iba a ser conocida por ese nombre, sino por “calle de La Esperanza”. Fue un momento muy emocionante.
Después, Silvia Berrocal, de la asociación de víctimas, tomó la palabra para agradecer la presencia de los presentes, dar gracias por el evento y a las organizaciones que les han acompañado después de la masacre, entre las cuales están la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz y Conpaz, y, finalmente, pidió reparación para las víctimas.
A continuación, Iván Márquez, jefe de la delegación de las Farc en La Habana, declaró: “Con el más profundo sentimiento de humanidad y respeto, 22 años después de aquel triste 23 de enero, pedimos perdón, jamás debió ocurrir la masacre, pero acá estamos para responder como organización, porque queremos restablecer las relaciones que la violencia nos dañó", asegurando el deseo de paz por parte de la guerrilla y que iban a responder y reparar a las víctimas del barrio de La Chinita. Por último, terminó abrazando a las víctimas.
Siguieron los testimonios de víctimas, una hija recordó a su padre muerto esa noche; una viuda rindió homenaje a todas las viudas, pero también recordó que en Urabá hubo otras masacres, (hasta diecisiete), y que este acto es también para todas las víctimas de Urabá[5].
El último discurso fue del Alto Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, promovedor de la paz y la esperanza y también insistió en la necesidad de reparar a las víctimas. El acto terminó con globos blancos, bailes, músicas, sonrisas y mucha esperanza.
Nathalie Bienfait. Brigadista belga de PBI Colombia
Notas de pie:
[1] Verdad Abierta: Víctimas de La Chinita esperan explicaciones de las FARC, 15 de enero de 2015 [2] El Espectador: Esperanzados que murieron hace 20 años en La Chinita”, 22 de enero de 2014 [3] IPC, Masacre de La Chinita: “Porque pueden más los sueños que los recuerdos”, 23 de enero de 2014 [4] Pacifista!, “La carta de las víctimas de la Chinita a las FARC”, 5 de enero 2016, [5] Contagio Radio : Perdonamos y las víctimas decimos Si al plebiscito, 30 de septiembre de 2016