Fundación Nydia Érika Bautista
La Fundación Nydia Érika Bautista (Fneb) nació en el exilio después de que la familia Bautista tuvo que abandonar el país por amenazas en 1997. La organización ha logrado ubicar la problemática de la desaparición forzada de más de ochenta mil personas a causa del conflicto armado en la agenda nacional, y ha promovido la legislación sobre el tema. Promueve la implementación efectiva de mecanismos para la búsqueda personas desaparecidas y la garantía de los derechos de las y los familiares, con especial enfoque en el empoderamiento de mujeres como promotoras de una Colombia en paz y sin personas desaparecidas.
Primera organización de lucha contra la desaparición
La Fneb nació en 1999 en el exilio en Alemania, tras 10 años de lucha contra las desapariciones forzadas durante el conflicto armado colombiano y, en particular, por la justicia en el caso de la Nydia Erika Bautista1. En 1982, Bautista, economista y socióloga, se vinculó al hoy extinto Movimiento 19 de Abril (M-19), una guerrilla urbana de corte socialdemócrata que combinaba la lucha armada con trabajo social2. Cinco años más tarde, Bautista fue desaparecida en lo que se confirmaría después, fue una operación conjunta de las Brigadas III y XX del Ejército Nacional. Según los indicios, en su cautiverio sufrió tortura y violencia sexual antes de ser ejecutada, y su cuerpo fue abandonado como N.N. en un cementerio en Guayabetal (departamento de Cundinamarca)3. A partir del momento de la desaparición, para Yanette Bautista, hermana de Nydia Erika, empezó el largo camino para buscar el esclarecimiento de los hechos y la sanción de los responsables. En entrevista con PBI (2015), Yanette recordó ese momento: “Yo era Secretaria Ejecutiva de una empresa multinacional y en ese momento decidí cambiar mi vida, quitarme los tacones y ponerme los tenis y salir a buscar a Nydia y salir a buscar justicia. En ello estoy todavía”4. Esta lucha por la verdad y la justicia no ha estado exenta de riesgos. A medida que avanzaban las investigaciones del caso, aumentaban también las amenazas, persecuciones, y vigilancias constantes. Tanto es así que, en 1997, Yanette y otros miembros de la familia tuvieron que abandonar el país durante años. Desde Alemania, la hermana de Nydia Erika siguió desarrollando actividades a favor de las personas desaparecidas y sus familias en Colombia y otros países. Ante la gran cantidad de familias víctimas de esta problemática que acudían a Yanette para buscar su ayuda, se decidió formar a la Fundación, como una organización de familiares para familiares. La Fneb fue la primera organización colombiana en abordar el tema de la desaparición forzada. Desde 2007, la organización ha retomado el trabajo en el país5. https://pbicolombiablog.org/2016/03/16/el-vestido-blanco/
Oficiales del Ejército en libertad
A pesar de las múltiples pruebas y peticiones de justicia, nacionales e internacionales, la condena del Estado colombiano por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU (1995) y la solicitud de una investigación exhaustiva, hasta el día de hoy no ha habido justicia respecto a la desaparición, tortura y asesinato de Nydia Erika. Los oficiales y suboficiales de las Brigadas III y XX que coordinaron el crimen, están libres. El proceso penal fue precluido en 20066. En sus incansables esfuerzos por lograr la justicia, Yanette Bautista fue pionera de la lucha contra la desaparición forzada en Colombia. A pesar de la magnitud de los hechos – el Centro Nacional de Memoria Histórica reportó 80.000 víctimas de esta atrocidad hasta agosto del 20187 – esta problemática ha sido invisibilizada durante décadas. La insistencia de Bautista y la Fneb contribuyó a que se posicionaran las desapariciones forzadas en el movimiento de derechos humanos y en la agenda estatal, y a que el Estado colombiano reconociera este delito en 2000, mediante la expedición de una ley contra la desaparición en el país8. https://pbicolombiablog.org/2017/09/01/cometas-en-el-cielo-2/
Trabajo en protección de víctimas y búsqueda de justicia
La Fneb se dedica con un enfoque integral y participativo, desde la perspectiva de las víctimas, a la protección de los derechos de las y los familiares afectados por la desaparición forzada. Ofrece un acompañamiento que trata de cubrir todos los vacíos que deja este crimen. Las familias de las personas desaparecidas son encabezadas en su mayoría por mujeres, quienes afrontan un grave daño a la salud mental y “un entorno de invisibilización, estigmatización e indolencia histórica del Estado y la sociedad, que las revictimiza”, de acuerdo con la organización. Ellas están en un alto nivel de indefensión jurídica, social y humanitaria, y generalmente tienen muy poco conocimiento sobre sus derechos9. Esta situación no ha sido superada tras el Acuerdo de Paz, pues continúan ocurriendo desapariciones forzadas. Hoy en Colombia, hay decenas de miles de familiares que llevan más de diez, veinte, treinta y hasta cuarenta años buscando a sus seres queridos, sin respuesta alguna. La Fneb les apoya en su búsqueda y en lograr el esclarecimiento de la verdad y la justicia. Este trabajo se centra en los casos de víctimas de desaparición forzada a manos de agentes del Estado y paramilitares, y un mínimo porcentaje, de la guerrilla. La Fundación brinda acompañamiento jurídico a numerosas víctimas ante las distintas autoridades y entidades de la justicia ordinaria y la justicia transicional, creada en el marco de los Acuerdos de Paz de 201610. Asimismo, la Fneb realiza investigaciones participativas que toman en cuenta las perspectivas y necesidades de las víctimas, y acciones de incidencia y difusión. Un componente integral de las estrategias de la Fneb es la promoción de los derechos y de la dignidad de los familiares, especialmente de las mujeres. Hasta hoy, las y los familiares que luchan para esclarecer hechos de desaparición forzada, siguen siendo blanco de estigmatización, amenazas, hostigamientos y persecución. Con acciones de formación y fortalecimiento de liderazgos, la organización aporta al empoderamiento de las mujeres víctimas como promotoras de una Colombia sin personas desaparecidas. https://pbicolombiablog.org/2019/10/04/de-los-1-151-municipios-de-colombia-solo-66-no-han-registrados-desapariciones-forzadas-erik-arellana/
Abordar la desaparición forzada para promover la paz
Según la Fneb, despertar una conciencia pública estatal y social sobre el daño causado por las desapariciones forzadas y la importancia de la búsqueda de las víctimas; así como construir memoria histórica sobre los hechos y lograr la reparación justa y garantías de no repetición; son todos caminos hacia la paz y la democracia en el país11. La Fundación ha sido protagonista en la inclusión del tema de la desaparición forzada en el Acuerdo de Paz de 2016, así como en su implementación. Como una de las representantes de la sociedad civil cuyos aportes fueron tenidos en cuenta por negociadores de las Farc y del gobierno, la organización incidió en el punto 5 del Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera12, que incluye la búsqueda de los seres queridos desaparecidos durante el conflicto armado, el esclarecimiento de la verdad de lo ocurrido, y la reparación del daño causado a personas, a colectivos y a territorios enteros por cuenta de la desaparición13. “La firma de los acuerdos de paz es para nosotras una esperanza. Nosotras le apostamos a la paz, al sí a la paz, a que no haya más desaparecidos en Colombia,” afirma Yanette Bautista. “Que nuestros niños y jóvenes tengan el derecho de salir a la calle sin el temor de ser desaparecidos y que, si son desaparecidos, tengan el derecho a ser recuperados vivos, como vivos se los llevaron”14. Actualmente, la organización se dedica a la documentación de centenares de casos de desapariciones forzadas ocurridas durante el conflicto armado en diferentes regiones del país. Los relatos sobre los hechos son incluidos en informes presentados a la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad (CEV), la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UPBD), entidades que fueron creadas a raíz del Acuerdo de Paz15. Este trabajo colosal incluye la sistematización de testimonios y declaraciones de las víctimas, testigos y los mismos victimarios, así como de los expedientes judiciales y el tratamiento que se ha dado a estos casos para alcanzar la verdad y la justicia. https://pbicolombiablog.org/2019/08/30/ni-vivos-ni-muertos-desaparecidos/
Mujeres, de víctimas a sujetos políticos
Un objetivo específico de la Fundación es visibilizar las desapariciones forzadas de niñas y mujeres durante el conflicto armado y la violencia sociopolítica en el país, en los que se han identificado los rasgos de violencia de género. Con sus publicaciones y acciones de incidencia, la Fneb quiere llamar la atención sobre los impactos diferenciales que las desapariciones forzadas han dejado en las vidas, los cuerpos y los derechos de las víctimas y de quienes las buscan. En 2015, la organización publicó un estudio que documenta casos de mujeres desaparecidas a partir de los años ochenta, entre estos, se encuentra el caso de Nydia Erika Bautista16, visibilizando de esta forma una modalidad especifica de la desaparición forzada que ha quedado oculta en la historia del conflicto colombiano. En su trabajo con víctimas de desaparición forzada, la organización prioriza un enfoque de género, con el objetivo de atender las necesidades específicas de las mujeres. Para Bautista, la importancia de esta perspectiva diferencial reside entre otros en su componente político: “El enfoque de género también es para convertir a las mujeres de objetos de violencia a sujetos políticos a través del empoderamiento”. Si bien es cierto que las mujeres como sobrevivientes de la desaparición forzada, son desproporcionalmente golpeadas por los impactos de esta problemática, también son las más resilientes. En la experiencia de Yanette Bautista, “es una particularidad de las mujeres tener más acciones de resistencia y de resiliencia frente a las desapariciones forzadas. Somos más berracas para afrontar el dolor y a los victimarios. La fuerza que tenemos la volvemos lucha”17. Actualmente, la Fneb acompaña a varias organizaciones locales y regionales lideradas por mujeres. Así, por ejemplo, apoya a Narrar para vivir y la Red de mujeres víctimas sobrevivientes de la violencia por el conflicto armado en la región de los Montes de María, que se han unido con la Fneb para abordar la desaparición forzada18. En el departamento de Bolívar y la Costa Caribe, la Fundación trabaja con Mujer Sigue mis Pasos, una organización de mujeres víctimas de violencia sexual19, y en Buenaventura con Madres por la vida, organización integrada por mujeres madres, esposas e hijas de víctimas de delitos de homicidio y de lesa humanidad como la desaparición forzada, en varios barrios de esta ciudad portuaria en la Costa Pacífica20. Varias de las líderes que dirigen estas organizaciones están en alto riesgo y su labor es obstaculizada por amenazas y hostigamientos. Algunas se han tenido que desplazar a lugares más seguros para vivir y seguir con su trabajo21.
Búsqueda de seres queridos con enfoque étnico
Recientemente, la Fneb ha empezado a trabajar en la búsqueda de personas desaparecidas con un enfoque étnico. La Fundación ha sido de las primeras organizaciones en Colombia, y posiblemente en América Latina, en haber realizado investigaciones con una atención diferencial en poblaciones afrodescendientes e indígenas. Según datos de la Unidad de Víctimas, de las personas registradas como desaparecidas en el país hasta 2016, más de dos mil son indígenas y casi siete mil, afrodescendientes. Según expertos, la desaparición forzada en poblaciones étnicas ha generado múltiples vulneraciones y afectaciones paralelas a sus derechos tales como la integridad física, espiritual y psicológica, así como pertenencia a una comunidad y la identidad cultural22. Por eso, la Fneb ha venido insistiendo en que la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas, creada en el marco del Acuerdo de Paz, incluyera un enfoque étnico diferencial. Si las poblaciones étnicas en el país históricamente han sido discriminadas, las investigaciones y búsqueda de personas desaparecidas no han sido la excepción. De acuerdo con Yanette Bautista, “es una situación dramática, porque si para una persona blanca o mestiza la búsqueda de sus familiares ha sido difícil, no se compara con la negligencia e ineficiencia cuando la víctima es afro o indígena”23. En el 2019 inició un intercambio de experiencias entre indígenas de Guatemala y Colombia, facilitado en el país por la Fneb, con el fin de promover la reconstrucción del tejido social y la recuperación de la cosmovisión indígena en relación con la desaparición forzada. En el futuro, se espera hacer las exhumaciones en territorios indígenas con este enfoque étnico24. A nivel de litigio estratégico, la organización ha logrado que el resguardo San Marcelino, departamento de Putumayo, en el que habitan cerca de 100 familias de la etnia indígena Kichwa, se declare como “caso connotado”, es decir de gran importancia25. Esto implicó que el Tribunal Superior de Putumayo ordenó a la Fiscalía de la Nación y Defensoría del Pueblo documentar y recibir todas las denuncias de desaparición forzada, ejecución sumaria, desaparición y violación sexual. Las autoridades responsables nunca antes habían recibido estas denuncias, dejando los casos en total impunidad y a las familias indefensas y abandonadas.
Escuela de liderazgo para el empoderamiento de viíctimas
La Fneb realiza talleres para formar y sensibilizar a las víctimas de desapariciones forzadas, participando en su mayoría, mujeres, y lideresas sociales que trabajan este tema. En la llamada Escuela de Liderazgo, que se realiza en las distintas regiones donde la Fundación tiene incidencia, se ofrecen capacitaciones en temas como la violencia de género durante el conflicto y los derechos de las víctimas. Asimismo, se recolectan historias de vida de comunidades afectadas por desapariciones forzadas para construir memoria. Para la Fneb, esta es una herramienta de empoderamiento, que ayuda a que las víctimas no sean más objetos de violencia, sino que se conviertan en sujetos activos de las estrategias para afrontar los daños causados y reclamar justicia y restitución de sus derechos26. En la Escuela se promueve que las personas formadas socialicen en sus comunidades las experiencias y sus conocimientos adquiridos.
Medidas de protección
Las directivas de la FNEB cuentan con medidas cautelares ordenadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) desde 1997. Actualmente, la Fundación tiene un esquema de la Unidad Nacional de Protección (UNP), para la coordinadora jurídica y directora, Yanette Bautista. https://pbicolombiablog.org/2018/06/26/recordando-la-desaparicion-forzada-en-colombia/
Amenazas y agresiones
Desde que Yanette Bautista acudió en la primera delegación de víctimas para participar en el proceso de negociaciones de paz en La Habana (2014) hasta la actualidad, ha aumentado considerablemente su nivel de riesgo y el de la organización. Las integrantes de la Fneb han sido víctimas de señalamientos, amenazas, robo de información y otros incidentes de seguridad. En un debate público en septiembre de 2014, el ex presidente y ex senador Álvaro Uribe Vélez afirmó que Yanette Bautista era una guerrillera del ELN27– un señalamiento que, en un país con altos índices de violencia contra personas defensoras de derechos humanos, implica grandes riesgos. Otros incidentes de seguridad incluyen el envío por correo electrónico y panfletos que declararon a la organización objetivo militar, firmados por el Bloque Capital de las Águilas Negras, así como seguimientos y persecución a integrantes individuales de la organización. Las amenazas muchas veces tienen un trasfondo de violencia de genero. Así, por ejemplo, en una llamada recibida en junio de 2015 por Andrea Torres Bautista, coordinadora del área jurídica, un hombre desconocido le advirtió “le vamos a pegar una matada (…) pero primero le pegamos una violada pa’ que respete a los hombres”28. Recientemente se ha registrado un aumento en los incidentes de seguridad. En enero de 2019 un hombre atacó con patadas y un objeto a la fachada de la sede de la Fundación en Bogotá, un hecho que, según organizaciones internacionales que denunciaron el evento ante la opinión pública y el gobierno colombiano, tiene motivos políticos relacionados con la labor de defensa de derechos humanos29. Yanette Bautista prevé que la situación de riesgo puede empeorar aún más a corto y mediano plazo, debido a los procesos judiciales que la organización encabeza para esclarecer hechos de desaparición forzada a manos de paramilitares y agentes del Estado30. https://pbicolombiablog.org/2019/01/25/no-nos-mueve-la-ideologia-nos-mueve-el-amor-un-amor-que-se-politiza-que-adquiere-consciencia-social-yanette-bautista/
Premios y reconocimientos
En 1999, Yanette Bautista recibió de la Universidad Católica de Eichstätt (Alemania) el Premio Shalom y de la Sección Alemana de Amnistía Internacional el Premio de Derechos Humanos, los dos en reconocimiento de su trabajo por las y los detenidos desaparecidos en América Latina. En 2012, la Fundación fue galardonada con el Premio Franco-Alemán para los Derechos Humanos “Antonio Nariño”, por su trabajo de empoderamiento para familiares de víctimas de desapariciones forzadas y por su trabajo por el derecho a la verdad y a la justicia como contribución a la construcción de la paz. En 2018, la Fneb fue seleccionada como finalista para el pPremio Nacional a la Defensa de los Derechos Humanos de la organización sueca Diakonia, en la categoría Proceso colectivo del año. Y en 2020, Yanette Bautista fue seleccionada como finalista en la categoría “Reconocimiento de toda una vida” del mismo Premio Diakonia.
Acompañamiento de PBI
Acompañamos puntualmente a la Fneb desde 2007, y a raíz de la firma de un convenio de acompañamiento, de manera regular a partir del 2016. https://pbicolombiablog.org/2019/12/17/2007-volviendo-del-exilio/