[caption id="attachment_868" align="alignleft" width="500"] Foto: Charlotte Kesl[/caption]
La población campesina de San José de Apartadó ha vivido durante décadas en medio del conflicto armado. Los intereses económicos presentes en Urabá (noroeste de Colombia) y su posición geoestratégica confluyeron para convertir esta región en uno de los focos del conflicto armado[1]. Desde los años 70 ha estado presente la guerrilla, y la incursión de grupos paramilitares a partir de 1996 inició una escalada del conflicto que se manifestó principalmente en agresiones de estos actores armados a la población civil[2]. Pero en vez de unirse a las miles de personas desplazadas del país, esta comunidad campesina creó en 1997 una experiencia pionera en la región de Urabá: la Comunidad de Paz de San José de Apartadó, una comunidad que se declaró neutral frente al conflicto y rechazó la presencia de todos los grupos armados en su territorio.
La Comunidad de Paz, desde sus principios éticos de neutralidad ante la guerra, se dedica a la resistencia en su territorio, la reivindicación de los derechos a la tierra, a la no participación en el conflicto, y en la lucha contra la impunidad por los crímenes cometidos en contra de la población civil.
PBI: ¿Cuáles son los objetivos de la Comunidad de Paz?
[caption id="attachment_869" align="alignleft" width="300"] Jesús Emilio Tuberquia es representante legal y líder de la Comunidad de Paz de San José de Apartadó.[/caption]
Jesús EmilioTuberquia: Primero el respeto a la vida de la población civil. Velamos por la integridad de los miembros de la Comunidad de Paz pero también de otros campesinos que viven en la zona. Luego la lucha por el derecho del campesinado a la tenencia de la tierra. La lucha para la vida y la resistencia en el territorio de la Comunidad de Paz ha podido prevenir el desplazamiento de muchos campesinos hasta ahora, si no fuera por esta lucha, el campesinado estaría ya desplazado en las ciudades. Y un campesino desplazado en la ciudad acaba viviendo como persona desechable, como basura, haciendo lo que se puede para sobrevivir, porque ninguna empresa nos va a contratar, porque nunca hemos tenido el derecho a la educación. Un campesino sin tierra es como un niño sin la madre. Entonces creo que el derecho a la tenencia de la tierra es un derecho muy sagrado a luchar.
Otra lucha de la Comunidad de Paz es que algún día haya justicia o por lo menos símbolos de justicia. Nosotros analizamos que los crímenes han tenido el objetivo de expropiar el campesinado y apropiarse de las tierras para luego poderlas controlar y explotar.
PBI: ¿Cuáles son los intereses económicos presentes en el territorio de la Comunidad de Paz?
JE: Hay petróleo, carbón, hay una reserva hídrica, mucha confluencia de aguas, muchísimos minerales, también es una despensa agrícola. Hay también muchos intereses sobre la producción de la coca y la marihuana [por los actores armados ilegales]. Esta zona estratégicamente la ha usado el narcotráfico. Es una zona muy productiva, apta para lo que uno quiera cultivar. Esto lleva al intercambio de armas y otros negocios que se generan alrededor del narcotráfico. Y los intereses no están únicamente acá en el corregimiento de San José de Apartadó sino rodeando estos tres departamentos, Chocó, Antioquia y Córdoba. Y nosotros vivimos entre estos límites. Aquí nace una centralidad de intereses, que son los que llevan a toda esta violencia que se ha generado, una confrontación de más de 30 años, y que causa la mayor afectación a nosotros, la población civil. Porque los intereses son los de expropiar el campesinado y desplazarlo.
PBI: ¿Cuál es el proyecto de comercio justo que tiene la Comunidad de Paz?
JE: Hemos estado exportando cacao orgánico con GEPA a Alemania, y con LUSH de Inglaterra. Dentro de la visión de la Comunidad de Paz, la idea es de autonomía alimentaria en el terreno. La parte de la comercialización es más una estrategia de tener aliados. No es solamente la comercialización del producto, también de mandar un mensaje de qué es la Comunidad de Paz. Una persona que va a comercializar un producto de la Comunidad de Paz, no es para solamente generar ingresos a la familia, sino que también tiene un sentido político. Para nosotros estos dos temas están unidos, lo económico y lo político son lo mismo. Quién nos recibe nuestros productos también nos están haciendo un aporte político.
PBI: ¿Por qué la Comunidad de Paz apuesta a otro modelo de comercialización que no es el modelo capitalista?
JE: De todas maneras en la comercialización se maneja el capital. Pero hay un mercado ya más consciente, con un sentido más político, más crítico. Por eso nos ha interesado el comercio justo; manejar la parte económica junto con la parte política. La importancia desde la comercialización es dar ese conocimiento más profundamente político a cada consumidor. La política de la Comunidad de Paz es más un sentido de retribución equitativa, y el sistema capitalista es más individualista. La diferencia es en no hacer una concentración de dinero, sino una redistribución equitativa para la gente.
PBI: ¿Cuál es su proyecto de la Universidad Campesina?
JE: Es una propuesta de la Comunidad de Paz, una forma de intercambiar conocimientos de comunidades. Tiene un sentido que va en contravía a la educación del sistema capitalista: las universidades oficiales funcionan comprando y vendiendo el conocimiento. Nuestra propuesta es, que yo aprendo a servir al resto de los seres humanos, no para negocio, no para lucrarme, sino para servir a la humanidad. Por ejemplo, en la educación oficial, si usted aprende a ser un médico, y sabe qué enfermedad tiene un ser humano, pero si no le pagan usted le deja que se muera porque no hay plata. Usted por dinero puede matar, o dejar a una persona que se muera. Dentro de la Comunidad de Paz es totalmente distinto. Dentro de la educación alternativa que hemos venido trabajando en la Universidad Campesina, la visión es enfocar exactamente qué es la educación y qué debe ser para los seres humanos. La educación oficial enseña que usted tiene que tener dinero para ser una persona de importancia en el mundo. Nosotros creemos que eso es deshumanizante. Y la educación debería ser humanizadora.
PBI: ¿Puede explicar el principio del trabajo comunitario de la Comunidad de Paz?
JE: Es un trabajo más por dignidad que por dinero, desde donde se humaniza, y desde donde se rompe con ese sistema capitalista. Usted no trabaja por dinero, sino por el bien de la gente. Vamos a construir una escuela, vamos a arreglar la casa de un vecino, vamos a arreglar el camino – son necesidades de la humanidad, que vamos a remediar sin un peso de por medio. No es que un ser humano no puede vivir sin dinero, eso es mentira. Y hay que trabajar por plata – eso es mentira. Por eso hemos hecho el ejercicio del trabajo comunitario, y es una realidad. El trabajo comunitario, y todo lo que es la Comunidad de Paz, es una realidad, la estamos viviendo. Pero el sistema capitalista está en contra de todo esto, porque va en contra de todos sus intereses, que inculcan a un ser humano que un papel es lo que vale. Un ser humano no vale nada. Genera una degradación de la humanidad porque genera una sociedad con un concepto de dinero y no de vida. La lucha de la Comunidad de Paz es por la vida, en todos sus sentidos.
PBI: ¿Qué significa el acompañamiento internacional de PBI para la Comunidad de Paz?
[caption id="attachment_871" align="alignleft" width="300"] PBI acompaña a la Comunidad de Paz desde 1999.[/caption]
JE: La importancia de toda la comunidad internacional y los voluntarios acompañantes, en resumen es la seguridad de nosotros. Sin el acompañamiento nos asesinarían. Es la protección para podernos mover, para poder avanzar, para poder cultivar, para seguir viviendo. Es como el bastón para nosotros seguir caminando.
[1] Urabá presenta un interés geoestratégico importante por su cercanía con el canal de Panamá y por sus recursos naturales. PBI Colombia: Urabá: violencia y territorio en la historia contemporánea, septiembre de 2010
[2] Hernández Delgado, Esperanza: Resistencia civil artesana de paz. Universidad Javeriana, 2004