25 de agosto: el Gobierno colombiano y las Farc firman el Acuerdo de Paz.
29 de agosto: comienza el cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo entre el Gobierno colombiano y las Farc[1].
26 de septiembre: las dos partes ratifican en Cartagena el Acuerdo. 2 de octubre: en el plebiscito los ciudadanos colombianos votan “No” a la pregunta: “¿Apoya usted el Acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera?”. El resultado es del 50,21%, “No” vs. el 49,79% que votó “Sí”. La participación es del 37,43%[2]. En Colombia es la primera vez que se acude a la refrendación para darle legitimidad a un acuerdo de paz[3]. Octubre: la victoria del “No” en el plebiscito, provoca una ola de marchas de ciudadanos en todo el país que tienen como objetivo exigir y demostrar el apoyo a los Acuerdos firmados en La Habana. Tres de las más destacadas marchas fueron la Marcha del Silencio[4], la Marcha de las Flores[5] y la Marcha Colombia Pacífica[6]. [gallery ids="5043,4795,5075" type="rectangular" link="none"] 13 de octubre: el Presidente Santos prorroga el cese bilateral al fuego con las Farc hasta el 31 de diciembre[7]. Octubre – noviembre: el Presidente Santos realiza un diálogo nacional con los sectores del “si” y del “no”.
12 de noviembre: se presentan los cambios en los Acuerdos y el nuevo texto. Por ejemplo, el nuevo Acuerdo señala que los magistrados y fiscales de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) serán todos colombianos y que estarán sometidos al régimen disciplinario y de inhabilidades ordinario[8]. Además, hay preocupaciones sobre los cambios que pueden llevar a la impunidad en los casos de las graves violaciones de derechos humanos[9]. 24 de noviembre: el Gobierno colombiano y las Farc firman un nuevo Acuerdo de Paz. El sector del ‘No’ liderado por Uribe se sigue oponiendo. La polarización política alrededor del Acuerdo de Paz aumenta y se traduce en hechos violentos contra líderes sociales y lo que hablan a favor de la paz[10].
1 de diciembre: con 205 votos a favor y ninguno en contra se logra la refrendación de los nuevos Acuerdos de Paz en el Congreso de la República. La oposición opta por abandonar las salas en el momento de la votación[11]. 10 de diciembre: el Presidente Santos recibe el Premio Nobel de la Paz[12]. 13 de diciembre: con la aprobación del “Fast Track” se empiezan a implementar los Acuerdos de Paz[13]. 16 de diciembre: una nueva entidad de la sociedad, ‘Voces de Paz’ comienza a ejercer veeduría sobre la implementación legislativa y la reglamentación de los Acuerdos[14]. 28 de diciembre: el Congreso de la República aprueba, con el mecanismo legislativo especial, el primer proyecto de ley para la implementación de los Acuerdos. La ley de amnistía beneficia a integrantes de las Farc señalados del delito de rebelión y delitos conexos y agentes del Estado, (en especial a integrantes de la Fuerza Pública) señalados de delitos menores. Con la aprobación de esta ley comienza el proceso de concentración de las Farc en las zonas habilitadas para este fin.
El fin de las hostilidades es el principio de la terminación de más de 52 años de conflicto armado. Se calcula que esta guerra ha dejado unos ocho millones de víctimas y cerca de 220.000 muertos.
26 de septiembre: las dos partes ratifican en Cartagena el Acuerdo. 2 de octubre: en el plebiscito los ciudadanos colombianos votan “No” a la pregunta: “¿Apoya usted el Acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera?”. El resultado es del 50,21%, “No” vs. el 49,79% que votó “Sí”. La participación es del 37,43%[2]. En Colombia es la primera vez que se acude a la refrendación para darle legitimidad a un acuerdo de paz[3]. Octubre: la victoria del “No” en el plebiscito, provoca una ola de marchas de ciudadanos en todo el país que tienen como objetivo exigir y demostrar el apoyo a los Acuerdos firmados en La Habana. Tres de las más destacadas marchas fueron la Marcha del Silencio[4], la Marcha de las Flores[5] y la Marcha Colombia Pacífica[6]. [gallery ids="5043,4795,5075" type="rectangular" link="none"] 13 de octubre: el Presidente Santos prorroga el cese bilateral al fuego con las Farc hasta el 31 de diciembre[7]. Octubre – noviembre: el Presidente Santos realiza un diálogo nacional con los sectores del “si” y del “no”.
Desde 1981, Colombia se ha embarcado 11 veces en la búsqueda de la paz negociada para liderar el proceso de conversaciones con las Farc.
12 de noviembre: se presentan los cambios en los Acuerdos y el nuevo texto. Por ejemplo, el nuevo Acuerdo señala que los magistrados y fiscales de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) serán todos colombianos y que estarán sometidos al régimen disciplinario y de inhabilidades ordinario[8]. Además, hay preocupaciones sobre los cambios que pueden llevar a la impunidad en los casos de las graves violaciones de derechos humanos[9]. 24 de noviembre: el Gobierno colombiano y las Farc firman un nuevo Acuerdo de Paz. El sector del ‘No’ liderado por Uribe se sigue oponiendo. La polarización política alrededor del Acuerdo de Paz aumenta y se traduce en hechos violentos contra líderes sociales y lo que hablan a favor de la paz[10].
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asesinatos contra defensores de derechos humanos en 2016, Frontline Defenders
1 de diciembre: con 205 votos a favor y ninguno en contra se logra la refrendación de los nuevos Acuerdos de Paz en el Congreso de la República. La oposición opta por abandonar las salas en el momento de la votación[11]. 10 de diciembre: el Presidente Santos recibe el Premio Nobel de la Paz[12]. 13 de diciembre: con la aprobación del “Fast Track” se empiezan a implementar los Acuerdos de Paz[13]. 16 de diciembre: una nueva entidad de la sociedad, ‘Voces de Paz’ comienza a ejercer veeduría sobre la implementación legislativa y la reglamentación de los Acuerdos[14]. 28 de diciembre: el Congreso de la República aprueba, con el mecanismo legislativo especial, el primer proyecto de ley para la implementación de los Acuerdos. La ley de amnistía beneficia a integrantes de las Farc señalados del delito de rebelión y delitos conexos y agentes del Estado, (en especial a integrantes de la Fuerza Pública) señalados de delitos menores. Con la aprobación de esta ley comienza el proceso de concentración de las Farc en las zonas habilitadas para este fin.