“Vamos a dar paso a algo que nos hace tremenda ilusión porque es traer hasta aquí una voz de una persona que está injustamente represaliada y que, yo creo, simboliza muy bien esa criminalización de los movimientos sociales. Yo tuve la oportunidad y el honor de estar con David Ravelo y con Uber Ballesteros en la Picota (cárcel de Bogotá), el año pasado, en la 11ª misión asturiana de verificación. Y tenemos una grabación de 5 minutos con su voz”. (Evento en el Parlamento Europeo: El proceso de Paz en Colombia: Progreso de las negociaciones. Eurodiputado, Javier Couso. 23 de febrero de 2016).
Volviendo a escuchar estas palabras, me vino a la mente el momento en que detuvieron a David. Era pasado el mediodía del 14 de septiembre de 2010, nuestras compañeras Tere y Carly nos llamaron para compartirnos la mala noticia: le habían detenido y no se sabía a dónde le llevaban. A los pocos días, y superando unos cuantos trámites burocráticos, pudimos entrar por primera vez a visitarle en la cárcel de la Picota en Bogotá. Allí David nos recibió con una sonrisa y una frase “soy inocente y aunque tenga que demostrarlo desde la cárcel lo voy hacer, porque la verdad nos hará libres”.
Desde entonces han sido muchas las visitas a la cárcel de la Picota, a la Modelo de Bucaramanga y, más recientemente, a la cárcel de Barrancabermeja. Muchos los tintos compartidos, las sonrisas, las preocupaciones, las dudas y alegrías, los poemas y la esperanza. Muchas las llamadas y reuniones con las y los diferentes actores y autoridades de la comunidad nacional e internacional para llamar la atención sobre su caso, para trasmitir las varias irregularidades que se iban denunciando, y para exigir garantías para su seguridad y la de sus familiares que por momentos continuaban siendo amenazados. Muchas las audiencias en el Palacio de Justicia de Bucaramanga, los plantones y las marchas acompañadas. Muchas las cartas y los comunicados internacionales suscritos, los blogs y los videos escritos. Muchos, muchas, muchos…
Sin embargo, el pasado 23 de febrero, fue la primera vez que la voz de David Ravelo se escuchó en una sala del Parlamento Europeo en un evento organizado por el eurodiputado Javier Couso y la eurodiputada Marina Albiol. Una voz que, de nuevo, clamó justicia frente a las irregularidades en su caso y en el de otras personas defensoras que enfrentan situaciones similares. Una voz que llamó al respeto de la noble actividad de la defensa de los derechos humanos. Una voz que celebró el acuerdo de justicia alcanzado en La Habana y que exigió que, ahora sí, se camine hacia un país en paz, una paz sostenible, estable y duradera. Una paz en la que la verdad nos haga libres.
El caso de David Ravelo ha sido elegido como caso del mes en la campaña Stand4HumanRightsDefender de Human Rights and Democracy Network (Hrdn), una red de más de 50 organizaciones internacionales, (entre otras, PBI), que trabajan en el ámbito de derechos humanos, democracia y construcción de paz. En el marco de esta campaña se plantean varias acciones en relación al caso de David Ravelo y de otras personas defensoras judicializadas en diferentes países.
- Ana Vicente