Le preguntamos a la periodista Claudia Julieta Duque sobre el acuerdo de pazy cómo cree que va a cambiar la situación en Colombia; sobre las expectativas y esperanzas que tiene una vez se firme la paz con las Farc; y, qué riesgos existen para las regiones.
PBI ¿Cómo cree que el acuerdo de la paz cambia Colombia?Claudia Julieta Duque: Es indudable que una firma de un acuerdo con las Farc generará el desarme de un actor del conflicto en Colombia, lo cual es muy importante, y que algunos de los acuerdos anunciados hasta ahora abren esperanzas respecto a cambios estructurales en temas como el de la participación política de la oposición, por ejemplo. No obstante, no me atrevo a llamar "paz" al futuro que se avecina, porque aún falta el desarme del ELN y la desactivación integral del paramilitarismo, así como el combate y reducción del crimen organizado en Colombia. [caption id="attachment_3786" align="alignnone" width="1200"] Claudia Julieta Duque[/caption] El proceso de diálogo con las Farc ha traído ya importantes cambios, ha puesto en la agenda temas como la justicia, los derechos de las víctimas y la oposición política en Colombia, y ha generado un nuevo discurso en la agenda política y mediática del país que es fundamental para una verdadera paz: el discurso de aceptación de la divergencia y el disenso como punto esencial de la democracia. Sin duda, el acuerdo final con las Farc debería profundizar esa aceptación y la ampliación del espectro a otras voces, opiniones y conceptos. Asimismo, la creación de una arquitectura jurídica y política para la puesta en marcha de procesos de verdad y justicia será un cambio importante. Pero, lamentablemente, la forma como tal andamiaje ha sido concebido no permite ser muy optimistas frente a la consecución de una justicia y reparación integral para las víctimas, no sólo de la guerrilla sino también del Estado. En este sentido yo comparto las críticas de organizaciones como Human Rights Watch y Amnistía Internacional frente a la impunidad y a la vulneración de tratados internacionales de derechos humanos.
PBI: ¿Qué expectativas y esperanzas tiene una vez firmada la paz con las FARC?CJD: Como dije anteriormente, se abren muchas esperanzas: una mayor apertura política; las posibilidades de justicia; el fin de un actor armado; la puesta en marcha de políticas integrales frente al tema del narcotráfico; la restitución de tierras y el desarrollo rural, entre otros. No obstante, mi escepticismo es mayor que mi esperanza, pues infortunadamente hasta ahora los acuerdos anunciados han sido poco concretos frente a casi todos los temas. Y en el caso del acuerdo más concreto de todos (justicia y víctimas) existen puntos críticos que abren las puertas de la impunidad total a muchos crímenes. Como si ello fuera poco, las recientes leyes impulsadas por el gobierno (código penal militar, código de policía, las zidres, etc.) permiten prever procesos masivos de control social y político basados en la represión de las luchas sociales y la oposición en Colombia.
PBI: ¿Qué riesgos habrá para las regiones una vez que se firma la paz?CJD: Ya se están viendo procesos de retoma del control territorial en regiones que antes eran de dominio de las Farc por parte del ELN y grupos paramilitares. En las regiones la paz puede terminar siendo simplemente el cambio de un actor ilegal dominante por otro. La estigmatización del movimiento campesino puede generar ataques y persecuciones en las regiones controladas por las Farc, lo cual también ha empezado a darse. La erradicación de cultivos de uso ilícito, el desminado y la autorización de bombardeos contra las mal denominadas bandas criminales (Bacrim), podrían empeorar la situación humanitaria y de derechos humanos. Adicionalmente, la paz con las Farc podría generar también el impulso a proyectos hidroeléctricos, mineros y agroindustriales de gran escala, y la consecuente exacerbación de los conflictos sociales. En las regiones la paz puede terminar convertida en el inicio de una nueva fase de represión. Por todo esto, es menester impulsar procesos de desmilitarización y de reforma que no se avisoran ni a corto, mediano o largo plazo.