La Corporación Regional para la Defensa de los Derechos Humanos (CREDHOS) ha sido unas de las organizaciones peticionarias de la llegada de PBI a Colombia. En este segundo vídeo, preguntamos a su presidente Iván Madero, que nos cuente las dinámicas del conflicto armado y de la violencia sociopolítica que se daba en la ciudad de Barrancabermeja y cuál ha sido el impacto de la llegada de PBI a esta ciudad. CREDHOS trabaja desde el 1987 para la promoción y protección de los derechos humanos en Barrancabermeja (departamento de Santander) y la región del Magdalena Medio.
Hoy en día, CREDHOS promueve los derechos humanos a través de talleres, capacitaciones y litiga casos de graves violaciones de derechos humanos, tanto en la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP); como en la justicia ordinaria.
En este proceso de exigir y proteger los derechos humanos, los miembros de CREDHOS no han dejado de recibir amenazas y ataques por sus denuncias de violaciones a los derechos humanos que realizan en toda la región del Magdalena Medio, de hecho, debido al alto nivel de riesgo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) otorgó en el 2000 medidas cautelares a los miembros de la junta directiva de CREDHOS.
En el marco de su trabajo de acompañamiento a la población civil, CREDHOS recibe anualmente cerca de 800 denuncias de violaciones a los derechos humanos por parte de personas víctimas y comunidades territoriales. Con respecto a la implementación de los Acuerdos de Paz, la organización ha trabajado impulsando una pedagogía para la paz para que la población se familiarice en qué consiste el Acuerdo. Fue la primera organización social en presentar un informe de casos de violaciones de derechos humanos ante la JEP[1]. Dicho informe contenía 30 casos de ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas y masacres en el marco del conflicto armado en el Magdalena Medio.
https://youtu.be/zgYFZpJG7ak
En los últimos años, CREDHOS ha trabajado en la defensa del medioambiente y del derecho de la participación en las decisiones que pueden afectar las condiciones de salud de las poblaciones locales. En este sentido, CREDHOS acompaña la denuncia de líderes campesinos y ambientalistas de los impactos generados por los proyectos de explotación petrolera y diferentes eventos de contaminación ambiental ocurridas en la región. Barrancabermeja y el Magdalena Medio han sido fuertemente golpeados por el conflicto; las masacres de 198[2] y 199[3] son tristes muestra de ello. En este contexto, CREDHOS ha documentado desde hace años la presencia de grupos neoparamilitares[4], por el riesgo que representan en su contra y de la población civil de la región. La Corporación ha podido descifrar a través de testimonios de víctimas las dinámicas del conflicto y crear patrones de conducta adecuados y a partir de esta documentación inició un trabajo de denuncia dirigida a la Fiscalía y la Procuraduría para lograr investigaciones formales y capturas. Fruto del trabajo realizado, la Corporación recibió en el año 2017 el Premio Nacional de los Derechos Humanos como colectivo del año otorgado por la Iglesia Sueca y Diakonia[5].
PBI Colombia