En un contexto de alta tensión y fuertes señalamientos a personas defensoras de derechos humanos[1], Soraya Gutiérrez, abogada del Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo (CAJAR)[2], recibió numerosas amenazas y ataques, un día recibió en su casa un paquete con muñecas ensangrentadas y amenazas de muertes hacía ella y su hija.
En este historia, Soraya nos cuenta lo difícil que es de ser defensora de derechos humanos, nos explica las estrategias de miedo que sufren atacando a su condición de mujer, de madre, entre otras. Por lo tanto, destaca la importancia del acompañamiento psicosocial y la necesidad de encontrar las herramientas para enfrentar la “guerra psicológica” que también sufre las personas defensoras de derechos humanos.
Hoy en día, Soraya es la presidenta del CAJAR y sigue luchando para la protección de los derechos humanos, la lucha contra la impunidad y acompaña a comunidades en resistencia que solicitan la protección de su territorio frente a megaproyectos, entre otros.
https://youtu.be/bKA5MwjfI2o
PBI Colombia