El defensor de derechos humanos David Ravelo tuvo que soportar amenazas de muerte, señalamientos y persecución tras denunciar públicamente a los paramilitares que en mayo de 1998 asesinaron a 7 civiles y desaparecieron a otros 25 en la ciudad de Barrancabermeja. La conocida como "masacre de Barrancabermeja" fue el primer paso de una campaña de terror con el que los grupos paramilitares lograrían tomar el control de la capital petrolera de Colombia.
En 2010 David fue arrestado, acusado de homicidio en base a dos únicos testimonios de dos paramilitares implicados en la masacre de 1998[1]. A pesar de que él siempre se ha defendido su inocencia y de que sus abogados han reiterado las numerosas irregularidades en el proceso judicial, fue condenado a 18 años de cárcel, de los cuales ha cumplido siete en prisión[2].
Ante el agotamiento de todas las instancias en Colombia, en 2015 el abogado de David, Reinaldo Villalba, decidió llevar el caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Un año después, se presentó su caso a la Justicia Especial para la Paz (JEP), donde está siendo estudiado por la Sección de Revisión del Tribunal para la Paz. A la espera del auto definitivo, Ravelo disfruta de libertad condicional.
A lo largo de estos años, David nunca abandonó su labor de defensa de los derechos humanos. Durante su estancia en la cárcel cultivó la poesía, publicando el libro Acúsame, cuentos y sueños de libertad. También mantuvo constantes encuentros con autoridades, funcionarios, sindicalistas, defensores y defensoras de derecho humanos.
Desde su liberación en 2017, y a pesar de las amenazas que sigue recibiendo, ha retomado el trabajo con las comunidades de su amada Barrancabermeja.
En este vídeo nos relata lo vivido ese año 2010.
https://youtu.be/vc1ebedqp2o
PBI Colombia