El 7 de marzo 2016, fue asesinado William Castillo Chima, líder social, fundador, ex-presidente y tesorero de Aheramigua. Unos sicarios atentaron contra su vida en un establecimiento público en el casco urbano de El Bagre. William Castillo había denunciado públicamente el desplazamiento de cientos de personas en las veredas de Puerto Claver y la desaparición de dos civiles por parte de grupos armados ilegales. El asesinato de William ha sido un duro golpe para la organización. No sólo perdieron a un amigo y miembro fundamental del proceso colectivo, sino también deja en evidencia la total desprotección de la organización en El Bagre, hecho por el cual el equipo de terreno tuvo que salir desplazado de su zona de trabajo, donde también vivían. Han exigido garantías de seguridad para poder volver a entrar. La Fiscalía General de la Nación ha reconocido que “fue asesinado Castillo Chima por la labor que desarrollaba en el sector como defensor de derechos humanos y la inconformidad que presentaba ante los atropellos y los desplazamientos de familias, provocados por la estructura delincuencial el Clan del Golfo con injerencia en la zona”[1], es decir, por el trabajo que realizaba con Aheramigua.
Antes del asesinato, William Castillo había recibido amenazas y había sido capturado por el Ejército sin condena, con la acusación de rebelión. Además, en los doce días anteriores fueron asesinados, por lo menos, seis líderes comunitarios más en varios departamentos del país, y en varios casos se había señalado a grupos neoparamilitares como responsables. Según Aheramigua, el riesgo de judicializaciones y asesinatos selectivos sigue alto para todos los miembros como estrategia para callarlos y evitar que sigan denunciando.
Desde el asesinato de William, PBI ha llamado la atención nacional e internacional sobre la falta de garantías para las personas que desarrollan una labor de defensa de los derechos humanos, gracias a lo cual lograron capturar a William, alias “Didier”[2], el chico de 21 años quen asesinó a William.