[caption id="attachment_1627" align="alignleft" width="474"]
Diego Martínez viajó hasta Teteyé (frontera con Ecuador) para hablar con Gloria, familiares y amigos sobre el desarrollo del caso de Henry Díaz.[/caption]
«Así es la lucha», dice Gloria entre resignada, triste y esperanzada. Detrás de su sonrisa grande y sincera hay un mundo difícil de imaginar. Esta mujer de estatura pequeña, delgada y atlética es la compañera de Henry Díaz, desaparecido el 18 de abril de 2012.
Henry es un reconocido líder campesino, miembro de la Mesa Departamental de Organizaciones Sociales, Campesinas, Afrodescendientes e Indígenas del Putumayo y dirigente del movimiento social y político Marcha Patriótica. Fue una de las personas que impulsó el trabajo del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (Cpdh) en el departamento del Putumayo. Desde su desaparición, el Cpdh se ha encargado del caso de Henry. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos otorgó medidas cautelares a favor del líder campesino en junio de 2012 solicitando al Estado de Colombia que «adopte las medidas necesarias para determinar la situación y el paradero de Henry». Desafortunadamente, poco se ha sabido desde entonces.
[caption id="attachment_1629" align="alignleft" width="474"]
Para comenzar el viaje en moto hasta Teteyé cruzamos el río Putumayo.[/caption]
Para encontrarnos con Gloria nos aventuramos en un viaje de dos horas en moto desde Puerto Asís, centro comercial de Putumayo, por una carretera destapada hasta Teteyé por la cual pasan constantemente tractomulas cargadas de petróleo, reflejo del Putumayo de hoy día que ocupa el sexto puesto de extracción de crudo en Colombia. Confrontar la exploración y explotación petrolera en la región fue una de las apuestas de Henry Díaz y de la Mesa Departamental, comenta el abogado Diego Martínez del Cpdh —a quien PBI acompaña en este viaje—. Añade que lo que cuestiona el campesinado del Putumayo a las empresas petroleras es la falta de consulta previa a las comunidades indígenas sobre la implantación de los proyectos. Las dos cuestiones fundamentales que resaltan son el impacto en el medio ambiente por los residuos químicos que las empresas vierten en los ríos; y que las ganancias no reflejan una inversión social y económica en la zona pues hay altos niveles de pobreza y desempleo en el departamento.
En los ratos que no conversa con el abogado Diego Martínez, Gloria me cuenta sobre su vida de campesina en el Putumayo. Ella vive con tres de sus cuatro hijos en el último rincón de Colombia, en la frontera con Ecuador. Luego de más de un año, está cansada de hablar sobre su desaparecido esposo; prefiere comentar su participación en las múltiples marchas sociales en el Putumayo. Con una sonrisa orgullosa relata cómo caminó junto con otras personas de la zona durante dos días hasta Puerto Asís para asistir a la marcha por la paz del pasado mes de abril.
[caption id="attachment_1631" align="alignleft" width="474"]
Putumayo ha sido uno de los departamentos más afectados por los cultivos de uso ilícito así como por las fumigaciones aéreas. También es conocido como escenario del proyecto piloto del programa de desarrollo alternativo a los cultivos que era parte del Plan Colombia.[/caption]
La desaparición de Henry no es un caso aislado, me explica Diego Martínez durante nuestro viaje, y añade que el Putumayo representa una de las regiones con el mayor índice de desaparición forzada. «Es una práctica constante para generar silenciamiento y terrores». Según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas a cargo del Instituto Nacional de Medicina Legal y la Comisión de Personas Desaparecidas, de 1990 a enero de 2011 se registraron en Putumayo 841 casos de desapariciones forzadas. El 31 de agosto de 2012 el Instituto Nacional de Medicina Legal había registrado 18.638 víctimas de desaparición forzada en toda Colombia.
Es precisamente el fortalecimiento y acompañamiento de la Mesa Departamental de Organizaciones Sociales el énfasis del trabajo de la Cpdh en la zona. Para Diego es una apuesta clave porque la Mesa es un movimiento cívico importante en la reconstrucción del tejido social en el Putumayo. Durante los años 90 el conflicto armado desapareció el movimiento social y ahora hay un resurgimiento que algún día podría ser fuerte, destaca el abogado.
[caption id="attachment_1633" align="alignleft" width="474"]
Transitar sin acompañamiento internacional en zonas rurales en el Putumayo sería imposible para Diego y es por esto que PBI viaja con él.[/caption]
También Diego Martínez y algunos de sus colegas del Cpdh cuentan con medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a causa de las amenazas, los señalamientos y los hostigamientos recibidos desde 2009. Transitar sin acompañamiento internacional en zonas rurales en el Putumayo sería imposible para Diego y es por esto que PBI viaja con él.
Diego mantiene la esperanza de que Henry esté vivo. Y Gloria quiere sobre todo la verdad porque quiere rehacer su vida.
Diego Martínez viajó hasta Teteyé (frontera con Ecuador) para hablar con Gloria, familiares y amigos sobre el desarrollo del caso de Henry Díaz.[/caption]
«Así es la lucha», dice Gloria entre resignada, triste y esperanzada. Detrás de su sonrisa grande y sincera hay un mundo difícil de imaginar. Esta mujer de estatura pequeña, delgada y atlética es la compañera de Henry Díaz, desaparecido el 18 de abril de 2012.
Henry es un reconocido líder campesino, miembro de la Mesa Departamental de Organizaciones Sociales, Campesinas, Afrodescendientes e Indígenas del Putumayo y dirigente del movimiento social y político Marcha Patriótica. Fue una de las personas que impulsó el trabajo del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (Cpdh) en el departamento del Putumayo. Desde su desaparición, el Cpdh se ha encargado del caso de Henry. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos otorgó medidas cautelares a favor del líder campesino en junio de 2012 solicitando al Estado de Colombia que «adopte las medidas necesarias para determinar la situación y el paradero de Henry». Desafortunadamente, poco se ha sabido desde entonces.
[caption id="attachment_1629" align="alignleft" width="474"] Para comenzar el viaje en moto hasta Teteyé cruzamos el río Putumayo.[/caption]
Para encontrarnos con Gloria nos aventuramos en un viaje de dos horas en moto desde Puerto Asís, centro comercial de Putumayo, por una carretera destapada hasta Teteyé por la cual pasan constantemente tractomulas cargadas de petróleo, reflejo del Putumayo de hoy día que ocupa el sexto puesto de extracción de crudo en Colombia. Confrontar la exploración y explotación petrolera en la región fue una de las apuestas de Henry Díaz y de la Mesa Departamental, comenta el abogado Diego Martínez del Cpdh —a quien PBI acompaña en este viaje—. Añade que lo que cuestiona el campesinado del Putumayo a las empresas petroleras es la falta de consulta previa a las comunidades indígenas sobre la implantación de los proyectos. Las dos cuestiones fundamentales que resaltan son el impacto en el medio ambiente por los residuos químicos que las empresas vierten en los ríos; y que las ganancias no reflejan una inversión social y económica en la zona pues hay altos niveles de pobreza y desempleo en el departamento.
En los ratos que no conversa con el abogado Diego Martínez, Gloria me cuenta sobre su vida de campesina en el Putumayo. Ella vive con tres de sus cuatro hijos en el último rincón de Colombia, en la frontera con Ecuador. Luego de más de un año, está cansada de hablar sobre su desaparecido esposo; prefiere comentar su participación en las múltiples marchas sociales en el Putumayo. Con una sonrisa orgullosa relata cómo caminó junto con otras personas de la zona durante dos días hasta Puerto Asís para asistir a la marcha por la paz del pasado mes de abril.
[caption id="attachment_1631" align="alignleft" width="474"] Putumayo ha sido uno de los departamentos más afectados por los cultivos de uso ilícito así como por las fumigaciones aéreas. También es conocido como escenario del proyecto piloto del programa de desarrollo alternativo a los cultivos que era parte del Plan Colombia.[/caption]
La desaparición de Henry no es un caso aislado, me explica Diego Martínez durante nuestro viaje, y añade que el Putumayo representa una de las regiones con el mayor índice de desaparición forzada. «Es una práctica constante para generar silenciamiento y terrores». Según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas a cargo del Instituto Nacional de Medicina Legal y la Comisión de Personas Desaparecidas, de 1990 a enero de 2011 se registraron en Putumayo 841 casos de desapariciones forzadas. El 31 de agosto de 2012 el Instituto Nacional de Medicina Legal había registrado 18.638 víctimas de desaparición forzada en toda Colombia.
Es precisamente el fortalecimiento y acompañamiento de la Mesa Departamental de Organizaciones Sociales el énfasis del trabajo de la Cpdh en la zona. Para Diego es una apuesta clave porque la Mesa es un movimiento cívico importante en la reconstrucción del tejido social en el Putumayo. Durante los años 90 el conflicto armado desapareció el movimiento social y ahora hay un resurgimiento que algún día podría ser fuerte, destaca el abogado.
[caption id="attachment_1633" align="alignleft" width="474"] Transitar sin acompañamiento internacional en zonas rurales en el Putumayo sería imposible para Diego y es por esto que PBI viaja con él.[/caption]
También Diego Martínez y algunos de sus colegas del Cpdh cuentan con medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a causa de las amenazas, los señalamientos y los hostigamientos recibidos desde 2009. Transitar sin acompañamiento internacional en zonas rurales en el Putumayo sería imposible para Diego y es por esto que PBI viaja con él.
Diego mantiene la esperanza de que Henry esté vivo. Y Gloria quiere sobre todo la verdad porque quiere rehacer su vida.
Bianca Bauer