Fue una llamada breve de Francesc, cargada de ilusión; algo así como «los fondos ya están, vía libre: viajamos a Colombia».
Varias agencias de cooperación, vinculadas a iglesias, habían colaborado, por iniciativa de Werner y PBI Alemania, para cubrir los costos de la misión exploratoria de PBI a Colombia.
[caption id="attachment_163" align="alignnone" width="474"] Desde 1994 han pasado 456 brigadistas por PBI Colombia.[/caption]
¿El objetivo? Estudiar si la experiencia reunida por PBI en Guatemala, El Salvador, Sri Lanka y otros países podría trasladarse a este escenario. Habíamos recibido varias peticiones escritas en este sentido, entre otras por parte de la entonces Comisión Intercongregacional de Justicia y Paz, la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (Asfaddes) y Eduardo Umaña, un prestigioso abogado que fue asesinado en 1998. Desde el principio vimos que la gravedad y complejidad de la situación de derechos humanos en Colombia requería por nuestra parte una aproximación cuidadosa y reflexiva, ya que no había experiencias amplias de acompañamiento internacional en el país. Se trataba de entender, en pocas palabras, si la presencia de internacionales podría ser capaz de proteger a las personas que trabajaban en la defensa de derechos humanos de las amenazas y ataques, y en qué condiciones o con qué estrategias esto sería posible.
[caption id="attachment_164" align="alignnone" width="474"] Ha habido brigadistas de 31 países.[/caption]
Pocos meses después llegamos a Bogotá a empezar lo que ya adivinábamos iban a ser dos intensos meses de entrevistas, lecturas y viajes: un profundo aprendizaje en el más amplio sentido de la palabra. El equipo estaba compuesto por cuatro personas de distintos países, todas con experiencia en PBI: Francesc (España), Janey (Estados Unidos), Marcela (Colombia) y Quique (España). Fuimos amablemente acogidos por la Comisión Intercongregacional de Justicia y Paz, quien nos hizo un espacio provisional en su oficina como base de operaciones, y nos ayudó con los contactos iniciales, que poco a poco, se fueron convirtiendo en una amplia y variada red. Desde Bogotá se ampliaron las visitas a Barrancabermeja, Barranquilla, Meta y Sucre.
http://www.youtube.com/watch?v=j3-rZeeFlhc
Mirando atrás creo que para nosotros cuatro fue uno de los períodos más intensos de nuestras vidas. Aprendimos sobre un país hermoso, complejo, inmerso en diferentes conflictos a la vez. Tuvimos la inmensa fortuna de que centenares de personas aceptaron compartir con nosotros sus análisis, opiniones y experiencias directas, desde miembros de ONG, comunidades, organizaciones sociales, hasta miembros del gobierno y fuerzas de seguridad, embajadas, etc. Puedo decir también que reímos, lloramos y crecimos como personas. Y Colombia se introdujo en nuestras cabezas y nuestros corazones.
[caption id="attachment_165" align="alignnone" width="474"] El 65% de las brigadistas han sido mujeres.[/caption]
Acabada la misión nos costó varias semanas elaborar un informe, finalmente de más de doscientas páginas, en las que concluíamos que el acompañamiento internacional jugaba un papel importante en Colombia, en determinados escenarios y bajo ciertas condiciones. Basado en este informe, PBI realizó una serie de deliberaciones que culminaron en la decisión de abrir un proyecto en Colombia, tras lo cual se iniciaron las gestiones para la búsqueda de fondos. La idea del acompañamiento fue bien recibida en las agencias de cooperación y pronto pudimos abrir una pequeña oficina de apoyo en Londres, formar a personas voluntarias, hacer otras muchas gestiones, y en noviembre abrimos el primer equipo en Bogotá, que poco después se amplió con un equipo en Barrancabermeja. Ni que decir tiene que sentíamos una enorme responsabilidad: ¿estaríamos en lo cierto al analizar que podíamos ofrecer protección a las organizaciones defensoras de derechos humanos?
¿Estaríamos poniendo en riesgo a los miembros de estas organizaciones y a las personas voluntarias? Afortunadamente el tiempo, la experiencia y todos los apoyos que recibimos desde el principio nos responderían a estas preguntas iniciales y, sobre todo, a otras muchas que han ido surgiendo después, en el desafío constante que es el acompañamiento internacional en Colombia.
Luis Enrique Eguren (España), miembro fundador de PBI Colombia