La gente llegó con globos blancos que tenían mensajes escritos como "no te olvidaremos", "en paz descansa", "paz", y su nombre.
El día era nublado y llovía mientras caminábamos hacia la iglesia y luego al cementerio. Muchos líderes asistieron al entierro, y nueve vehículos de la Unidad Nacional de Protección siguieron a la gente y a una buseta que llevaba a Mario. Mensajes escritos por la gente hablaban de un gran líder, un hombre que siempre luchó por su tierra y su comunidad, y que siempre estuvo con ellos como ejemplo.
Un líder más asesinado en Urabá
El Padre Alberto Franco de la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz quién asistió al velorio, habló de cómo Mario "sabía sembrar semillas" y que la gente debía seguir su ejemplo, que es duro el trabajo de preparar la tierra para sembrar y que Mario había siempre trabajado por su familia y por las comunidades. [gallery ids="9758,9759" type="rectangular"] Era muy triste estar ahí con toda la gente cargando tanto dolor, se sentía la impotencia ante la situación. Mario fue asesinado frente a su familia. Cuando su ataúd fue llevado al cementerio y durante la misa, algunas de las mujeres de su familia cercana se desmayaron y en el entierro se escucharon llantos y gritos cargando mucho dolor. Con otros brigadistas de PBI hablamos con la familia y llevamos el sentido pésame, también de parte de los ex brigadistas que compartieron tanto con él. Recordamos la alegría del retorno a La Larga Tumaradó en 2013, cuando Mario estuvo presente. Un ex brigadista nos había mandado varios mensajes en estos días diciendo que recordaba como Mario era tan feliz de estar en la finca en aquel retorno, a pesar de todas las dificultades que había enfrentado hasta entonces y que fue un cambio grande verle ahí con una sonrisa enorme y tan feliz con su familia y comunidad. Todos tienen mucho temor que pueda pasar lo mismo a otro miembro de sus comunidades, a otro líder, y esperan que algo cambie, quieren se conozca lo que pasó a Mario, que el mundo sepa lo que está pasando en el Urabá y que el gobierno haga algo al respecto.
Un líder más asesinado en Urabá
El Padre Alberto Franco de la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz quién asistió al velorio, habló de cómo Mario "sabía sembrar semillas" y que la gente debía seguir su ejemplo, que es duro el trabajo de preparar la tierra para sembrar y que Mario había siempre trabajado por su familia y por las comunidades. [gallery ids="9758,9759" type="rectangular"] Era muy triste estar ahí con toda la gente cargando tanto dolor, se sentía la impotencia ante la situación. Mario fue asesinado frente a su familia. Cuando su ataúd fue llevado al cementerio y durante la misa, algunas de las mujeres de su familia cercana se desmayaron y en el entierro se escucharon llantos y gritos cargando mucho dolor. Con otros brigadistas de PBI hablamos con la familia y llevamos el sentido pésame, también de parte de los ex brigadistas que compartieron tanto con él. Recordamos la alegría del retorno a La Larga Tumaradó en 2013, cuando Mario estuvo presente. Un ex brigadista nos había mandado varios mensajes en estos días diciendo que recordaba como Mario era tan feliz de estar en la finca en aquel retorno, a pesar de todas las dificultades que había enfrentado hasta entonces y que fue un cambio grande verle ahí con una sonrisa enorme y tan feliz con su familia y comunidad. Todos tienen mucho temor que pueda pasar lo mismo a otro miembro de sus comunidades, a otro líder, y esperan que algo cambie, quieren se conozca lo que pasó a Mario, que el mundo sepa lo que está pasando en el Urabá y que el gobierno haga algo al respecto.
Morna Dick