Las ciénagas son cuerpos de agua imprescindibles para el ecosistema, estancos que dan vida a una flora y fauna extraordinarias. Estos fenómenos naturales también atraen intereses económicos que amenazan con dañarlos, hasta hacerlos desaparecer, como es el caso de los ríos y ciénagas del Magdalena Medio. En esta región, repleta de defensores y defensoras del agua y del medioambiente, las actividades extractivistas, agronegocios y la ganadería extensiva avanzan, devastando a su paso, territorios habitados por pueblos ancestrales, en el caso del Sur de Bolívar sobre todo pueblos afrocolombianos, campesinos y de pescadores artersanales.
La ciénaga Pajaral, ubicada en el municipio de Cantagallo, en el departamento del sur de Bolívar, es un ejemplo paradigmático de los daños ambientales que están sufriendo las cuencas hídricas en el Magdalena Medio. Esta ciénaga, cuyo espejo de agua ha disminuido de forma drástica desde 2017, no solamente es fundamental para el equilibrio ecológico sino también para las más de 300 familias que la habitan y que subsisten gracias a ella. Desde 2018, la Corporación Regional para la Defensa de los Derechos Humanos (Credhos), organización acompañada por PBI desde el año 1995, junto con la organización de base Federación Afrocolombiana de Pescadores Artesanales del Municipio de Cantagallo (Fapamucan), empezaron a luchar por la defensa, la protección y la recuperación de dicha ciénaga. En una entrevista con Juan Camilo Delgado Gaona, ingeniero ambiental de Credhos, y con Manuel Camilo Ayala Sandoval, abogado de la organización defensora, nos adentramos en el proceso de resistencia y de defensa de la ciénaga Pajaral.
"Siempre me voy a recordar de ese diciembre del 2018. Estábamos en la fiesta de fin de año y, en ese momento, nos llega una solicitud por parte del compañero Gabriel Torres. Él es defensor de derechos humanos y el promotor de CREDHOS en el municipio de Cantagallo". El día 22 de diciembre del 2018 se hizo el primer recorrido en la zona indicada para verificar la situación. Lo que pudieron observar y lo que narró la población de pescadores de la zona fue preocupante: se evidenciaron actividades de deforestación con máquinas pesadas que habían generado la desaparición de la barrera natural entre la ciénaga y el río Cimitarra. La consecuencia ha sido una creación de canales de agua entre el río (Cimitarra) y la ciénaga, que está haciendo un enorme daño al ecosistema. La causa de estas actividades fue el intento de expandir el monocultivo de palma africana y la ganadería bufalina. Sin embargo, parece que este no es el único objetivo: "Una de las situaciones que más nos preocupa es que vemos una actividad sistemática de daños que pueden estar ligados al avance de la industria de hidrocarburos, precisamente a la actividad de Ecopetrol. Ha habido algunos estudios de exploración y han percibido que ahí hay posibles zonas donde puede haber pozos petroleros”, explica el equipo de defensores de DDHH.
Hoy, la ciénaga, como se ha evidenciado en los distintos informes de Credhos, ha sufrido una reducción superior al 70 %. El espejo de agua superaba los cinco metros de altura, mientras que hoy, el centro de la ciénaga no supera el metro. Cabe resaltar que la ciénaga Pajaral hace parte de una reserva forestal protegida por ley. "Todo lo que está amparado por la Ley Segunda colombiana no puede entrar en la titulación de predios para personas particulares, hasta que no se establezca una excepción," resaltan los defensores.
Aunque los pescadores, a través de la Federación Afrocolombiana de Pescadores Artesanales de Cantagallo (FAPAMUCAN), ya habían denunciado la situación mucho antes del acercamiento de Credhos, las entidades ambientales competentes no tomaron ninguna medida para mitigar los impactos. FAPAMUCAN está integrada por doce asociaciones, la mitad de las cuales, son reconocidas por el Ministerio del Interior como organizaciones afrocolombianas, y la otra mitad está en proceso de reconocimiento. Con el acompañamiento de Credhos decidieron iniciar un proceso jurídico. "Cuando hicimos la revisión documental tomamos la decisión de instaurar una acción popular para intentar que, por vía judicial y a través de esta acción constitucional, la República ordenara la protección de la ciénaga Pajaral" resalta Ayala. En concreto la demanda fue interpuesta en contra de la alcaldía de Cantagallo en representación del municipio y en contra de la Corporación Autónoma Regional del Sur de Bolívar (CSB), autoridad ambiental del Sur de Bolívar, por omisión de sus funciones. En marzo de 2019 el Juzgado 002 Administrativo de Cartagena aceptó la acción popular.
A petición de FAPAMUCAN, la CSB ya había entrado en 2018 a la zona y emitido una alerta respecto a lo observado en la ciénaga. Sin embargo, no se presentaron grandes acciones para resarcir los daños. Al contrario, en 2019, como parte del proceso de la acción popular, se volvieron a pedir acciones de la CSB, pero se demoraron en cumplirlas. El equipo de defensores cuenta que, "duramos dos años y medio, que se conoce como periodo probatorio, como demandantes nosotros presentamos nuestras pruebas, pero la CSB no cumplió con la orden que impartió el juez en 2019. La CSB tenía que hacer un estudio a profundidad, un inventario de los daños, para poder tomar la determinación de cómo empezar ese trabajo de recuperación de la ciénaga. No conocimos de ese informe sino hasta el mes de febrero del 2022, y lo que nos encontramos fue que la CSB en vez de un estudio en profundidad con sus propios medios y demás, prácticamente plagió o hizo un fraude con los documentos o los informes que Credhos había realizado." Lastimosamente, con el informe incompleto entregado por la CSB, el Juzgado dio por cerrado el periodo probatorio.
Reunión con la Federación de pescadores en Cantagallo
Además de la acción popular, Credhos ha emitido una serie de acciones urgentes por inundaciones que han sido provocadas por estas afectaciones ambientales. Asimismo, en noviembre del 2020 solicitaron medidas cautelares, que recientemente, a inicios de 2022 fueron aprobadas. Delgado explica que esta aprobación significa que se tendrá que hacer una delimitación de la ciénaga, ubicar vallas que indiquen que se lleva está llevando a cabo un proceso jurídico y que es una zona de especial protección ecológica, por lo que no puede ser aprovechada para actividades económicas como la expansión de la palma africana y la ganadería extensiva.
Credhos está tratando de recuperar la ciénaga Pajaral, también a través de la incidencia internacional. Como resultado han logrado dar a conocer la situación en distintos lugares, entre otros, ante universidades de México, Brasil y Alemania. También, cuenta Delgado: "Hemos logrado intervenir ante el relator de Naciones Unidas para el agua potable y saneamiento a través de un trabajo que ha hecho PBI".
Reunión con los pescadores afrodescendiente del municipio de Cantagallo para explicar sobre una formacion del consejo comunitario afrocolombiano
La defensa del medioambiente es fundamental y necesaria, sin embargo, en Colombia no se están presentando las condiciones de seguridad necesarias para realizar este trabajo. Cabe recordar que Global Witness ha ubicado a Colombia como el país más peligroso para la defensa del medioambiente durante dos años consectivos.1 Un ejemplo concreto son el sinfín de panfletos amenazantes difundidos por parte de los actores armados y dirigidos directamente contra organizaciones que acompaña PBI. En febrero de 2022, Ramón Abril, parte de la junta directiva de Credhos, fue amenazado en un panfleto del grupo heredero del paramilitarismo, Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC)2. Pero este no es el único caso, al contrario, las amenazas son constantes. Las y los defensores del medioambiente que se pronuncian abiertamente en defensa del agua y en contra del fracking, corren graves riesgos. El epicentro de la resistencia anti fracking se encuentra en Puerto Wilches, municipio que limita con Cantagallo, donde personas como Carolina Angón, promotora de derechos humanos de Credhos,3 y Yuvelis Morales, defensora del Comité de AguaWil, voces emblemáticas en defensa del agua, han tenido que desplazarse de sus hogares por graves amenazas de muerte y atentados directos contra ellas4.
A pesar del alto riesgo, la resiliencia de las organizaciones defensoras de derechos humanos como Credhos, es constante. Ellas y ellos siguen defendiendo los derechos ambientales y los derechos humanos, para lograr convivir en equilibrio entre la naturaleza y las necesidades de las comunidades, sin hacer daño a ninguno de los dos. Ayala termina concluyendo: "Ojalá sea un fallo favorable para los intereses de los pescadores y podamos avanzar en este proceso, porque además con lo que hemos avizorado que va a ocurrir con las acciones urgentes en relación con todas estas ciénagas humedales, si Pajaral y la acción popular llegan a un punto donde logramos obtener un logro importante, esto va a permitir también un precedente para proteger las otras ciénagas".
1. Global Witness: Última línea de defensa, 13 de septiembre 2021
2. Caracol Radio: Investigan presuntas amenazas a líderes en el Magdalena Medio, 07 de febrero 2022
3. Youtube CREDHOS: Carolina Agón, 08 de marzo 2022
4. La Vanguardia: Mujeres activistas ambientales fueron desplazadas de Puerto Wilches, 15 de marzo 2022