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Cuentos del terreno

Cuando las amenazas no cesan

Según Frontline Defenders, durante el año 2016 fueron asesinados 85 defensores de derechos humanos. Para el trabajo de PBI todas estas amenazas de muerte han significado un trabajo continúo e intenso de acompañamiento internacional. Nathalie es una de las brigadistas que sale a menudo al terreno para estar con los líderes más amenazados. Aquí cuenta cómo fue uno de estos acompañamientos.
Una mañana en diciembre, Bogotá amaneció con sol y un cielo luminoso, salí temprano hacía el aeropuerto.

Democracia y Ciudadanía en Guamocó

Cada acompañamiento que hacemos es una aventura que nos saca de nuestras zonas de confort y nos enfrentaa situaciones desconocidas. Cada vez que viajo al terreno, gano mucho respeto hacia las personas defensoras de derechos humanos que acompañamos, quienes siguen con su trabajo para lograr una justicia social en lugares perdidos en el país, a pesar de las condiciones difíciles a las que se enfrentan. Recientemente tuve la oportunidad de acompañar a Camilo, un abogado de la organización Aheramigua en Guamocó.

A ritmo de la música llanera

“Mi Casanare bonita, linda tierra encantadora...”[1]. El bus apenas arranca que las melodías tradicionales de los llanos colombianos ya nos están acompañando. Nada más salir de Bogotá hacia Yopal, Ninfa Cruz, de Cos-pacc nos advierte con una sonrisa: nada mejor para descubrir las tradiciones de lucha y de resistencia de la región de los Llanos que escuchar su música tradicional.

Julia y las víctimas

Salimos de Bucaramanga, el maletero está lleno de equipaje, mucho material y pancartas para el "Foro Norte de Santander Territorio y Esperanza de Paz" de Ocaña, ciudad del departamento Norte de Santander y una de las puertas al Catatumbo, una zona muy afectada por el conflicto armado, que vive Colombia desde décadas.

Entre cacao y carbón

Acompañar a la Corporación Regional de Derechos Humanos (Credhos) nunca es aburrido. Es una de primeras organizaciones que PBI empezó a acompañar, por eso es de las que nos conoce tan bien que a veces nos conoce mejor que nosotros mismos. Siempre hay buen ambiente y convivir con ellos es un verdadero placer. Es sábado. Estamos en el carro hablando de tonterías, contando chistes y chismes. Salimos de Barrancabermeja, la carretera está bastante militarizada por el paro agrario y la concentración de campesinos en Lizama, (justo en la entrada de la ciudad).