Zancudos petroleros
La puerta lateral de la buseta se abre y, acogido por los gritos de alegría de Fabián, de la organización Cos-pacc (Corporación Social para la Asesoría y Capacitación Comunitaria), y Sebastián, de la ONG británica War on Want, entra con una larga sonrisa un hombre de piel ligeramente morena, ojos vivos y sombrero de vaquero negro. “¿Qué más Daniel? ¿Cómo me le va?” le lanzan sus compañeros. Entre apretones de mano se desliza hasta su asiento.