La “Tierra Prometida” que es lo que significa el nombre de Urabá, ha estado en el corazón del conflicto armado por diferentes razones, como por su posición geoestratégica como también la riqueza de su suelo. En esta región ocupada y controlada por la guerrilla de las FARC, se dieron diferentes operaciones militares y paramilitares por la disputa y control territorial. Este conflicto armado provocó el desplazamiento de las comunidades del Bajo Atrato, donde más de 10.000 personas sufrieron del desplazamiento forzado. Entre estas comunidades se encuentra la población afrodescendiente de la cuenca del Cacarica, siendo que muchas de estas personas se encuentran desplazadas en el coliseo del municipio de Turbo (Antioquia), viviendo en condiciones sanitarias difíciles. La Comisión Intercongregacional de Justicia y Paz recibe información frente a este desplazamiento forzado y decide visitar y luego acompañar a las comunidades desplazadas. PBI que hace tres años ya acompañaba a la Comisión, analizó la posibilidad de acompañar a las mismas comunidades y fue así como se decidió abrir una oficina en el Urabá. En la parte antioqueña del Urabá, en el municipio de San José de Apartadó, el campesinado también sufrió ataques y desplazamientos forzados de sus veredas, por lo cual un grupo de ellos y ellas decidieron declararse como neutral y rechazando la presencia de actores armados en su territorio y se declararon como Comunidad de Paz. https://youtu.be/t4q3e7ONcMs  

PBI Colombia

**Video realizado por Javier Bauluz, gracias al apoyo de la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional para el Desarrollo – AEXCID