PBI habló con Ángela Ruiz, de la organización Tejidos del Viento, sobre la utilidad de las herramientas psicosociales para apoyar a las víctimas del conflicto armado.
PBI: ¿Qué herramientas han desarrollado, a través del proceso de acompañamiento, y cómo han podido ayudar a la recuperación psicosocial?
Ángela: Desde Tejidos del Viento la experiencia ha sido apostarle a lo colectivo, al encuentro con el otro a pesar de que piense distinto que yo o que haya sido víctima de un actor distinto al mío, poder sentarnos y, en un marco de respeto, escucharnos.
Creo que más allá de una herramienta psicosocial novedosa, el mero hecho de sentarme con otra persona, no violentarnos y poder dialogar ya es una herramienta muy potente. También es importante que las mujeres nos sentemos a hablar de qué nos pasa, generar espacios de confianza. Otra herramienta potente para nosotras ha sido la literatura, en algún momento recurrimos a hacer crónicas y fue muy bonito porque eran crónicas de la resistencia; la idea era cambiar de lente y que las personas dijeran: “¡Uy! Yo he resistido de verdad, es decir, soy valiente”.
PBI: ¿Cómo crear espacios entre víctimas y victimarios para hacer posible los procesos de verdad, de perdón y fomentar la convivencia y los diálogos?
Ángela: Es necesario pensar cómo tramitar el dolor y apostar a la construcción de paz. Eso requiere el perdón de uno mismo para encontrarse con lo colectivo. Puede ser desde la escucha; creo que eso ya, por sí solo, mueve cosas. Hay que tratar de hilar más fino y llegar a la historia más compleja para no volver a caer en la relación víctima – victimario o malo – bueno.
PBI: ¿Qué importancia tienen los procesos de acompañamiento psicosocial a las víctimas del conflicto armado, para la reparación y el fortalecimiento de la sociedad civil?
Ángela: Las víctimas tienen un papel muy importante porque son ellas las que guardan gran parte de la historia que no se ha contado, son ellas las que tienen esa historia de héroes y heroínas que no sale en las versiones oficiales y creo que eso va a ayudar mucho a la reparación, no sólo de ellos como víctimas sino de todo el país, para entender lo que ha pasado. O sea, creo que en ellos está también la verdad de muchos hechos que como país no queremos ver. Por lo tanto, acompañar a las víctimas es muy importantes para construir una paz estable y duradera, que puede permitir que la sociedad entienda qué ha pasado en el país y cómo hacer para no seguir reproduciéndolo.
PBI: Pero en las ciudades donde esa realidad es tan ajena, ¿cómo se puede hacer para que la voz de las víctimas se escuche?
Ángela: Yo creería que las víctimas han sido muy sabias, hace poco vi un video de las víctimas de muchas regiones que hacían obras de teatro y las presentaban en Bogotá y la reacción de los bogotanos era: “¿eso está pasando aquí en Colombia?”. Bogotá está un poco dormida en ciertas cosas y creo que hay que abrir espacios a las víctimas en lo cultural y en lo artístico.