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Gira internacional por la paz territorial

Gira internacional por la paz territorial

A mediados del mes de octubre PBI organizó una gira de incidencia en Estados Unidos, con el mensaje central de que la construcción de la paz y la protección de los derechos humanos en Colombia tiene que ser desde los territorios. La gira fue junto a la defensora de derechos humanos Astrid Torres, que hace parte de la Corporación Jurídica Libertad (CJL), organización acompañada por PBI, dedicada a la defensa y promoción de los derechos humanos en los departamentos de Antioquia y Chocó.

Como parte del acompañamiento de PBI a organizaciones, una de las estrategias que usamos son las giras internacionales, con el fin de movilizar a la comunidad internacional, particularmente del norte global, para promover acciones de protección para personas defensoras y en apoyo al trabajo que realizan en los territorios.

La gira con Astrid nos llevó primero a la otoñal Nueva York. Durante nuestro tiempo en la gran manzana tuvimos el invaluable apoyo del Padre Henry Ramírez de PROCLADE Internacional. El pasado 12 de octubre se celebró la sesión trimestral del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre Colombia. Estas son las sesiones en las que el Secretario General, por medio de su enviado especial y jefe de la Misión de Verificación de Naciones Unidas en Colombia, presenta una actualización frente al estado de la implementación del Acuerdo de Paz de 2016, y en la que países miembros del Consejo de Seguridad, realizan intervenciones, igual que el Gobierno colombiano. Esta sesión era especial por ser la primera con el nuevo Gobierno de Colombia y, también, porque se comenzaría a hablar sobre la renovación y posible ampliación del mandato de la Misión de Verificación.

    

Nuestro plan fue dejar la suela de nuestros zapatos en Nueva York en las reuniones sostenidas con Misiones miembros del Consejo de Seguridad y también con organizaciones de la sociedad civil. Prontamente nos dimos cuenta de que nuestro radio de movimiento no abarcaría más de cinco cuadras: todo sucede en esa pequeña gran manzana. En estas reuniones nos percatamos rápidamente de la visión positiva que se tiene frente a la implementación del Acuerdo de Paz, incluso lo llaman el “happy file” o “expediente feliz”. Esto al compararlo con otros “expedientes” a los que da seguimiento el Consejo de Seguridad como Afganistán o Haití. Pero, como bien sabemos, este “expediente feliz” contrasta enormemente con lo que se vive en los territorios del país. Esta visión tan positiva puede obedecer a la falta de interlocución directa del Consejo de Seguridad con organizaciones territoriales colombianas, a pesar de que en cada sesión (excepto en una), ha habido intervenciones de la sociedad civil, esto no implica necesariamente un diálogo directo.

[caption id="attachment_14485" align="alignnone" width="1600"] Reunión con la Delegación de la Unión Europea ante Naciones Unidas - Nueva York.[/caption]

Durante nuestras reuniones desde las alturas de los edificios de Nueva York, Astrid Torres, se preguntaba por esta mirada tan positiva ya que, en el departamento de Antioquia, en el que trabaja la Corporación Jurídica Libertad, y en muchas otras regiones, las comunidades no hacen más que sufrir los impactos de la falta de la implementación del Acuerdo. De reunión en reunión, Astrid remarcó que en partes importantes del territorio se vive una grave crisis humanitaria y de derechos humanos, así como la falta de garantías para la labor de los líderes y lideresas y para resguardar la vida de las y los excombatientes de las FARC. Esto es causado, entre otros factores, por la falta de la implementación del Acuerdo de Paz, donde es de particular preocupación los incumplimientos frente al capítulo de Reforma Rural Integral, el incumplimiento a las familias que se acogieron al Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos Ilícitos y los mínimos avances en los componentes étnicos y de género del Acuerdo, como reporta el Instituto Kroc.

[caption id="attachment_14481" align="alignnone" width="1200"] Reunión con la Misión Permanente de Irlanda ante las Naciones Unidas - Nueva York.[/caption]

Aunque la crisis humanitaria y de derechos humanos es muy grave, Astrid también compartió las oportunidades que se abren para el país en este nuevo contexto político. Sostuvo que desde las organizaciones apoyan la propuesta de Paz Total y el llamado al cese al fuego y de hostilidades multilaterales con los diferentes actores armados. Insistió en la necesidad de que se tengan en cuenta las agendas humanitarias territoriales y que todo diálogo o acuerdo debe ser desde los territorios y con una activa participación de las organizaciones y comunidades. “Esto no puede ser decidido entre cuatro paredes en alguna capital”.

Pese a que los diálogos con el ELN y otros actores armados no están incluidos en el mandato de la Misión de Verificación, pudimos notar una apertura e interés del Consejo de Seguridad frente a la propuesta de Paz Total. Lo que también quedó ratificado en gran parte de las intervenciones de las Misiones durante la Sesión, así como en el posterior comunicado de prensa del Consejo de Seguridad.

Después de poder asistir a la sesión del Consejo de Seguridad, caminar por los pasillos y entrar a la sala donde todo es tan pulcro e imponente, caminamos apurades por las calles de Nueva York para poder tomar el tren rumbo a Washington. Nos íbamos con la sensación de lo importante de incidir en estos espacios donde las decisiones que se toman repercuten a miles de kilómetros de distancia, pero también, de lo lejos que están de los territorios.

Y, así nomás, después de unas horas en tren, nos encontramos en Washington, la capital de Estados Unidos que nos recibe vacía. Todavía se sienten los efectos del covid ya que, al parecer, sigue predominando la virtualidad. El hecho de que en menos de un mes haya elecciones de “midterm” donde se renueva por completo la Cámara de Representantes y un tercio del Senado, y siendo una semana de receso en el Congreso, hace que el silencio inunde sus pasillos. En las reuniones domina la preocupación por los efectos que puede tener para Colombia si la Cámara de Representantes pasa a estar bajo control del partido Republicano - en este momento bajo el partido Demócrata -. Ya que se podrían prever recortes o limitación al apoyo a la paz y un discurso enfocado completamente en la militarización. Llegamos también solo una semana después de que el secretario de Estado, Antony Blinken, visitara Colombia para firmar un acuerdo entre ambos países, en el que Estados Unidos se comprometía a acompañar el Capítulo Étnico del Acuerdo de Paz.

[caption id="attachment_14483" align="alignnone" width="780"] Astrid Torres, defensora de derechos humanos de la Corporación Jurídica Libertad (CJL), de gira en Washington.[/caption]

En los espacios que nos recibieron hablamos principalmente sobre el Plan de Emergencia para personas defensoras que han elaborado y propuesto las plataformas de derechos humanos de Colombia y que ha sido adoptado por el nuevo Gobierno. Nos reciben oficinas de congresistas que están interesadas en las nuevas posibilidades que se abren para la protección de personas defensoras y la implementación del Acuerdo de Paz, pero que también confiesan que, por ahora, no tienen muy claro exactamente qué implica que Estados Unidos acompañe el Capítulo Étnico del Acuerdo, más allá de respaldarlo, hay dudas sobre qué significa en lo concreto.

Frente al Plan de Emergencia, Astrid presenta que el objetivo es establecer medidas a corto y mediano plazo para la protección de personas defensoras mientras se trabaja en una política pública integral de protección concertada con la sociedad civil. El plan prioriza 69 municipios, 14 departamentos y 3 capitales y se centra en activar mecanismos de protección, al mismo tiempo que derogar decretos del anterior Gobierno, que no hicieron más que crear instituciones paralelas para limitar la implementación del Acuerdo de Paz y empujar una visión de seguridad basada en la militarización. Dentro de los mecanismos existentes que se activarán se encuentran, por ejemplo, la Comisión Nacional de Garantías de Seguridad y el Decreto 660 de protección colectiva. A nivel territorial se han establecido Puestos de Mando Unificados por la Vida (PMUV) con el objetivo de tener una coordinación rápida entre entidades estatales, comunidad internacional y sociedad civil para responder a emergencias. El plan también quiere consolidar la presencia territorial del Estado con el acompañamiento internacional, todo con el fin de dar una respuesta coordinada y oportuna a la grave crisis humanitaria y de derechos humanos en el país.

Tanto en las reuniones en el Congreso como con el Departamento de Estado, se muestra una apertura frente al nuevo contexto, dicen que a veces les cuesta comprender toda la “retórica” en los mensajes, pero que estos parecen ir en la dirección correcta, aunque no debemos olvidar que siempre tendrán como prioridad los intereses de Estados Unidos. Mensaje que nos sirve como importante recordatorio de que en la incidencia internacional siempre hay muchos intereses en juego y es importante reconocerlos.

Nuestro tiempo en Washington se nos pasa muy rápido entre reuniones en edificios semi vacíos, en cafés y hasta en parques. Nuestro tiempo en la gran capital tiene la suerte de coincidir con la visita del periodista Jesús Abad Colorado que se encontraba presentando su libro de cuatro tomos “El Testigo”, basado en la exhibición del mismo nombre, que retrata en fotografías los paisajes y rostros del conflicto armado en Colombia. Jesús y María Belén Sáez, la editora del libro, nos cuentan que, tanto en el libro como en la exhibición, está retratado el trabajo de organizaciones de acompañamiento internacional como PBI, a quien Jesús llama “pequeños ángeles de la guarda”. Por medio de su relato y sus imágenes, Jesús nos vuelve a conectar con el territorio y con las comunidades, nos saca de las cifras de muertos y nos conecta con cada vida que es un mundo en sí misma.

[caption id="attachment_14480" align="alignnone" width="552"] Encuentro de sociedad civil en Washington con el periodista Jesús Abad Colorado.[/caption]

Después de una semana de reuniones en Nueva York y en Washington queda la sensación de que la visión externa sobre Colombia contrasta mucho con lo que se vive en los territorios, aunque existe apertura para apoyar las iniciativas de acuerdos humanitarios tan necesarios. También nos ratifica que la incidencia desde la sociedad civil en estos espacios es muy importante para visibilizar y educar sobre el trabajo y la realidad en las distintas regiones del país. Si bien, el cambio real se dará en y desde los territorios.

Javier Gárate - PBI Colombia.

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