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La defensa de los derechos humanos, una actividad de alto riesgo en Colombia: Otras peticiones

La defensa de los derechos humanos, una actividad de alto riesgo en Colombia: Otras peticiones

El desmonte de los grupos neoparamilitares que continúan siendo los principales agresores en contra de las personas defensoras de derechos humanos[1]; y el avance de las investigaciones sobre agresiones cometidas contra este colectivo cuya tasa de impunidad es del 100% en relación a las amenazas y del 95% en torno a los asesinatos[2]; son dos de las medidas políticas principales reclamadas año a año por el movimiento social colombiano. Otro tipo de medidas políticas de protección son, por ejemplo, las propuestas de reparación Integral y Colectiva de pueblos y comunidades que han sido víctimas de la violencia. El cumplimiento de las órdenes de los Autos de la Corte Constitucional emitidos para reparar el daño causado a algunas comunidades. La adopción de las recomendaciones del Sistema de Naciones Unidas y otros mecanismos internacionales, como la Corte y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. La depuración de las instituciones del Estado vinculadas con violaciones de derechos humanos. Y el enfrentar la estigmatización por parte de miembros de la Fuerza Pública. En un  Estado democrático y en paz es fundamental asegurar el libre ejercicio de la defensa de los derechos humanos, las garantías para la democracia no pueden ser promesas de papel, sino que requieren de un compromiso firme y constante por parte del Estado. Hay propuestas concretas que podrían ser un primer paso para que metas como el fin de la impunidad y del paramilitarismo lleguen un día a Colombia. Hace unos años, pensar en o una salida negociada del conflicto armado en Colombia era un sueño lejano hoy es una meta que cada día parece más alcanzable; pero en Colombia no sólo existe un conflicto armado, existe también un conflicto económico y social, existen otros grupos armados que amenazan al movimiento social, existen grandes terratenientes que siguen desplazando a poblaciones enteras, existen mujeres usadas como arma de guerra y, sobre todo, existe un colectivo de mujeres y hombres que cada día ponen en peligro su vida por un solo motivo: la defensa de los derechos más fundamentales. Ana Vicente
Notas de pie
[1] Programa Somos Defensores: La divina comedia, Informe anual 2014, 18 de febrero de 2015; Oacnudh: Informe Anual de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, 24 de enero de 2014 [2] Programa Somos Defensores: Informe Siaddhh 2013: D de defensa, 21 de febrero de 2014