Esta masacre ocurrió el 16 de mayo de 1998 en Barrancabermeja, (Santander), donde paramilitares fuertemente armados, asesinaron a siete pobladores de la región y desaparecieron a otras 25 personas quienes participaban de una fiesta popular destinada a recoger fondos para obras de carácter comunitario.
Desde el año 1998, Ccajar representa a 21 víctimas y durante este tiempo ha logrado las condenas de alrededor de 20 paramilitares y la vinculación de 6 miembros de la fuerza pública, (Ejército, Policía y DAS); del subjefe de seguridad de Ecopetrol). La masacre se dio debido a una serie de acciones y omisiones cometidas por miembros de la fuerza pública colombiana.
La evidencia recaudada al interior de los procesos penales permitió concluir que fue producto de un complejo plan criminal en el cual participaron conjuntamente agentes estatales, empresarios y paramilitares de la región. En este sentido, está demostrado que oficiales militares y policiales de la zona eran conscientes de una inminente incursión paramilitar en Barrancabermeja, que emitieron órdenes y tomaron acciones que permitieron la entrada de los paramilitares a la ciudad, además obligaron a sus soldados a no salir de las bases a proteger para a la población y se rehusaron a tomar alguna acción para perseguir a los paramilitares y rescatar a los secuestrados. El caso fue presentado y admitido por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh)[1].
Notas de pie:
[1] Entrevista a Ccajar, 13 de septiembre de 2016