Esta mañana, hombres armados atentaron contra el representante legal de la Comunidad de Paz de San José de Apartadó, Germán Graciano, según denuncian la Comunidad de Paz y el Padre Javier Giraldo quien se encuentra en el lugar.
Según el comunicado de la Comunidad de Paz “un comando paramilitar llegó con la intención explícita de asesinar al representante legal[1]”. En el comunicado relatan que cuatro paramilitares aparecieron en la bodega donde comercializan el cacao y sacaron sus armas. Miembros de la comunidad lograron quitarles las armas, pero en forcejeo, el representante legal y otros miembros quedaron heridos[2].
Graciano, de 35 años, ha sido una víctima directa de la violencia pues trece familiares suyos fueron asesinados, entre ellos su papá y dos hermanos[3]. En 2015 Graciano fue reconocido como uno de los mejores veinte líderes en Colombia[4]. Ya hace dos semanas la Comunidad de Paz había advertido en otro comunicado sobre el riesgo que corre Graciano, ya que se habían enterado de un plan para asesinarlo[5].
La Comunidad de Paz nació hace veinte años en medio de la violencia, el desplazamiento forzado y los asesinatos de sus miembros. El saldo de veinte años de violencia es abrumador: 320 personas asesinadas, 350 amenazas de muerte, 100 torturas, 50 desplazamientos[6]. Hubo innumerables masacres, la que quizás más impactó en la Comunidad fue la del 21 de febrero de 2005. Ese día fueron asesinadas y descuartizadas ocho personas en las veredas Mulatos y La Resbalosa, entre ellos se encontraban tres menores de edad y el líder Luís Eduardo Guerra.
[caption id="attachment_9873" align="alignnone" width="1536"] Germán Graciano había advertido al relator especial de la ONU, Michel Forst sobre las amenazas de muerte de paramilitares.[/caption]
Desde finales del 2016 se ha venido incrementando la presencia por parte de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), controlando el territorio con instalación de campamentos y puntos de informantes, y una presencia continua en varias veredas de San José de Apartadó. Esto incluye prácticas sistemáticas como instalar retenes y declarar amenazas de muerte y planes de exterminio contra los miembros de la Comunidad de Paz, e incluso contra las organizaciones internacionales de acompañamiento, siendo el último del 1 de agosto de 2017[7].
[caption id="attachment_9874" align="alignnone" width="1200"] Germán Graciano (segundo a la izquierda) posa con miembros de la Embajada de los Estados Unidos y Alemania, FOR, PBI u otras personas de la Comunidad de Paz.[/caption]
“Han tratado de tomar el control de una manera abierta”, según el Padre Giraldo. “Reúnen a los pobladores, diciéndoles que deberían someterse, pagar vacunas (impuestos de guerra) por vaca, por cultivo, por negocio. Los paramilitares están tratando de tomar el control sobre los territorios que la guerrilla de las Farc ha dejado durante el actual proceso de la desmovilización”. El Padre y los pobladores han asegurado en muchas ocasiones que los neoparamilitares están cada vez más presentes en su territorio. Andan, a veces, de civil y, otras veces, uniformados. “Están afirmando que ahora son ellos la autoridad en la región y que todo el mundo debe someterse”, añade el Padre Giraldo.
[caption id="attachment_9875" align="alignnone" width="1200"] El atentado ocurrió en este lugar, La Holandita, donde celebraron hace pocos meses el veinte aniversario de la creación de la comunidad.[/caption]
La violencia en el Urabá está cada vez más recrudecida, en noviembre y diciembre fueron asesinados Mario Castaño y Hernán Bedoya, líderes reclamantes de tierra de esta región[8]. Dos brigadistas de PBI se encuentran en el lugar de los hechos en este momento para observar la situación.
Bianca Bauer