Este año mi Navidad ha sido muy diferente.
El 24 y 25 de diciembre he estado en la Comunidad de Paz de San José de Apartadó, un proceso de resistencia pacífica de la población civil frente al conflicto.
Y allí celebré con campesinos que han hecho de la tierra su identidad y de la resistencia su forma de vida. Personas para las que yo paso absolutamente desapercibida pero que, sin embargo, para mí tienen tanto significado y valor que no he podido más que sentirme PRIVILEGIADA.
Juntos disfrutamos de la sencillez de cocinar un sancocho con las aportaciones de todos, de cantar un villancico tras otro alrededor del pesebre y de un bingo premiado con aplausos y caramelos.
Sí, este año he vivido una Navidad sin grandes excesos, sin regalos, sin ostentación…una Navidad impregnada del gusto por compartir con el otro: una Navidad verdadera.
Bego, voluntaria del Estado Español