La historia del mural “¿Quién dio la orden?” ha estado teñida de censura desde sus orígenes. La imagen fue tapada con pintura blanca horas después de haber sido pintada el 18 de octubre de 2019, frente a la Escuela Militar de Cadetes General José María Córdova, Bogotá. Según denunciaba el Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado - MOVICE [1], organización impulsora de la iniciativa, el mural fue censurado en un operativo de la Brigada 13 del Ejército Nacional, en el que más de 20 hombres armados intimidaron a los jóvenes artistas que lo pintaban [2]. Un día después, el MOVICE publicaba en su cuenta de Twitter la imagen del mural censurado. A pesar de numerosos intentos contra su difusión, este emblema en memoria de las víctimas de ejecuciones extrajudiciales y en exigencia de verdad, justicia y garantías de no repetición, vuelve a estar hoy frente a la Escuela de Cadetes protegido por la Corte Constitucional colombiana.
La imagen diseñada en 2019 por la Campaña por la Verdad [3], que aglutina a varias organizaciones defensoras de derechos humanos, mostraba el rostro de cinco altos mandos militares, bajo cuyas comandancias se presentaron 5.763 ejecuciones extrajudiciales en el periodo del 2000 al 2010 [4]. Son los casos de los mal llamados “falsos positivos”, eufemismo en referencia a los asesinatos de jóvenes presentados como guerrilleros dados de baja en combate. Uno de los capítulos más oscuros de la historia del conflicto armado colombiano y un nudo central para la justicia transicional.
[caption id="" align="alignnone" width="469"]Primer mural de la Campaña por la Verdad (2019) con el rostro de cinco Generales del Ejército Nacional acompañados del número de víctimas de ejecuciones extrajudiciales de cada uno de los batallones que ellos comandaron desde el año 2000 hasta el 2010. Tras este primer mural, y a medida que avanzaban las investigaciones de las organizaciones y de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), se han diseñado otros tres murales, que contienen un aumento de cifras y de los máximos responsables.[/caption]
A finales de 2019, uno de los comandantes que aparecía en el mural, el General Marcos Evangelista Pinto Lizarazo, comandante de la Brigada 13, interpuso una tutela para que el mural fuera borrado de las redes sociales pues, según él, la acción del MOVICE atentaba contra su honor y buen nombre. Demanda a la que se sumó el comandante del Ejército Nacional de Colombia entre el 2006 y 2008 [5], que también aparecía en el mural: el General Mario Montoya Uribe [6]. En febrero de 2020 el Juzgado 13 Civil de Bogotá, falló a favor de lo solicitado por los altos mandos militares, argumentando que mientras no hubiese sentencias judiciales en contra de la cúpula militar, las víctimas no podían expresar sus juicios de valor [7]. Por tanto, el tibunal ordenó retirar el mural tanto de las calles como de las redes sociales durante las 48 horas siguientes [8]. Algo imposible de cumplir: la imagen del mural ya había sido compartida cientos de veces por usuarios digitales y alrededor de 5.000 carteles con el diseño del mural inundaban las calles de Bogotá [9] y, posteriormente, de otras ciudades colombianas. El MOVICE recurría la decisión judicial que censuraba la firme reivindicación “¿quién dio la orden?” mientras que, a medida que las investigaciones avanzaban, se corroboraba el aumento de la magnitud de las ejecuciones extrajudiciales en Colombia.
[caption id="attachment_13401" align="alignnone" width="5472"] El 12 de julio de 2018 la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) decidió abrir el caso 003: “Muertes ilegítimamente presentadas como bajas en combate por agentes del Estado”. Como parte del proceso para dimensionar el fenómeno de las ejecuciones extrajudiciales, la JEP contrastó un enorme volumen de información. Todas las fuentes, aunque difieren en la magnitud del crimen investigado por la JEP, señalan el periodo de 2002 a 2008 como el de mayor número de víctimas. El resultado de las investigaciones muestra que durante esta etapa se registró el 78% del total de la victimización histórica. La metodología del Caso 003 va “de abajo hacia arriba”, tiene por objetivo investigar el fenómeno a nivel local en un primer momento para luego pasar a un nivel regional y nacional. En términos de responsabilidades, el mural promovido por la “Campaña por la verdad” indica que al mismo tiempo es necesario aclarar “quién dio la orden”, es decir, identificar quiénes son los altos mandos del Ejército colombiano que ordenaron los crímenes.[/caption]Tras un ejercicio de verificación entre distintas comisiones y organismos [10] la Sala de Reconocimiento de Verdad de la Jurisdicción Especial para la Paz declaraba que, “por lo menos 6.402 personas fueron muertas ilegítimamente para ser presentadas como bajas en combate en todo el territorio nacional entre 2002 y 2008”. Las cifras reveladas en el informe de la Jurisdicción Especial para la Paz también confirman la hipótesis presentada por las organizaciones, relativa a la existencia de una política al interior de las Fuerzas Militares que favoreció la persistencia de este crimen perpetrado sin ningún tipo de control, verificación o sanción de los responsables. Una política que combinó métodos de guerra sucia con incentivos y beneficios personales e institucionales poco transparentes, con el fin de dar una apariencia de éxito militar y seguridad [11].
[caption id="attachment_13403" align="alignnone" width="5472"] Los 6.402 casos de ejecuciones extrajudiciales se remontan al periodo entre los años 2002 y 2008, durante el Gobierno del expresidente Álvaro Uribe Vélez. Las estadísticas apuntan a que el 66% de las víctimas se concentraron en 10 departamentos; sin embargo, en su primera fase de investigación, la Sala de Reconocimiento de la JEP priorizó los hechos ocurridos en los departamentos de Antioquia, Costa Caribe, Norte de Santander, Huila, Casanare y Meta. Si bien no existen prioridades oficiales entre los seis subcasos, se destaca que Antioquia es el departamento con mayor número de víctimas: en el departamento se registra el 25% del total de víctimas ocurridas en Colombia entre 2002 y 2008; el año 2004 es el de mayor victimización y según las investigaciones y las confesiones ante la JEP por parte de exmilitares, la Brigada IV – que tenía jurisdicción en la zona – podría ser responsable del 73% de las muertes identificadas [12][/caption]Tras casi dos años de acciones jurídicas para dirimir la legitimidad de este emblema en memoria de las víctimas y de su lucha por la verdad, la Corte Constitucional decidió [13] el 9 de noviembre de 2021 proteger la libertad de expresión y la memoria de las víctimas. La Corte fundamentó que el mural “¿Quién dio la orden?” debe ser protegido debido a la gravedad de los hechos que rodean las ejecuciones extrajudiciales, a su inmenso impacto en la sociedad colombiana y a la responsabilidad de miembros del Ejército que están hoy siendo investigados por su supuesta participación en hechos que los y las denunciantes presentan como una actuación sistemática. A su vez, la Corte declaró que “¿Quién dio la orden?” constituye una crítica al Estado, que claramente hace parte del debate público, ya que funcionarios públicos pudieron estar inmersos en graves violaciones de derechos humanos. Por lo tanto, el Tribunal resaltó que las víctimas tienen derecho a la verdad extrajudicial pues “contribuye a la construcción de memoria histórica. Las narraciones públicas que estas realizan, además de ser una manera de inclusión, restauran a su vez su derecho a la honra y permiten materializar la garantía de contar su propia verdad. Por lo que se puede afirmar que un intento de censura puede resultar en la revictimización de los afectados por los respectivos crímenes” [14].
[caption id="attachment_13408" align="alignnone" width="5472"] El 4 de diciembre de 2021, PBI Colombia acompañó el proceso de elaboración del mural “¿Quién dio la orden?”, coordinado por la “Campaña por la verdad”. El acto político, cultural y de conmemoración, se dio después de que la Corte Constitucional resolviera la tutela presentada por el General Marcos Pinto, y emitiera la sentencia T-281/21. A través de ella, se manifestó en favor de la libertad de expresión del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado -MOVICE.[/caption]Gracias a la lucha de las organizaciones sociales, organizaciones defensoras de derechos humanos y víctimas, este precedente jurisprudencial a favor de la libertad de expresión, posibilitó que el 4 de diciembre artistas y organizaciones de derechos humanos, volvieran a pintar el mural frente a la Escuela de Cadetes, esta vez con la impactante cifra de 6.402 víctimas de ejecuciones extrajudiciales, con 14 altos mandos como presuntos responsables. El mural “¿Quién dio la orden?”, lleva consigo un significado sumamente importante, resultado de una sentencia en favor de la libertad de expresión y, al mismo tiempo, se erige como reivindicación firme de justicia y verdad. Hasta que Colombia pueda responder a la pregunta “¿quién dio la orden?”, los familiares de las víctimas de ejecuciones extrajudiciales siguen en búsqueda de verdad y justicia, en un valiente y necesario ejercicio de memoria activa.
"Que la sociedad conozca lo que pasó, también hace parte de los derechos de las víctimas y de la sociedad a expresarse contra la impunidad de graves crímenes que le han hecho daño y a exigir la verdad completa para que nunca más se repitan" [15].
PBI Colombia.
[1] Movice: Con tutela buscan censurar mural ¿Quién dio la orden?, 30 de octubre de 2019.
[2] CAJAR: SOS Contra la Censura, octubre de 2019.
[3] La iniciativa es de la #CampañaPorLaVerdad, aglutina a varias organizaciones defensoras de derechos humanos que históricamente han representado a víctimas de crímenes de Estado, como el MOVICE, el CAJAR, el CSPP, CJL y JyP, es una iniciativa para hacer visibles los crímenes de Estado en el marco de la justicia transicional.
[4] La cifra se desprende del un informe publicado en 2014 por la Coordinación Colombia Europa Estados Unidos (CCEEU) y el Movimiento de Reconciliación (FOR): "Falsos positivos" en Colombia y papel de la asistencia militar de Estados Unidos 2002-2010"Falsos positivos" en Colombia y papel de la asistencia militar de Estados Unidos 2002-2010 pags. 69 y 126. Asimismo, se hizo pública una investigación titulada “Ejecuciones extrajudiciales en Colombia, 2002-2010. Obediencia a ciegas en campos de batalla ficticios” en la que se refiere una cifra de 10.000 ejecuciones extrajudiciales, solamente entre el período 2002-2010.
[5] El caso más emblemático es el del general Mario Montoya Uribe, comandante del Ejército entre 2006 y 2008, a quien la Fiscalía le acusa de ser responsable del homicidio de 104 personas – 5 de ellas menores de edad – presentadas como bajas en combate. A finales de agosto 2021, el Tribunal Superior de Bogotá no acogió la solicitud de la Fiscalía para que el caso de Mario Montoya, acusado por los punibles de homicidio agravado, ocultamiento y alteración de elementos materiales probatorios en el proceso de “falsos positivos”, fuera imputado por la justicia ordinaria; por lo tanto, sigue en la JEP.
[6] Movice: Juez declara improcedentes tutelas en contra del Movice por mural ¿Quién dio la orden?, 14 de noviembre de 2019.
[7] Movice: Mural ‘¿Quién dio la orden?’ ya es patrimonio de la sociedad: Movice, 25 de febrero de 2020.
[8] El Confidencial: ¿Quién dio la orden? Un asunto de interés público, 21 de noviembre de 2021.
[9] El Espectador: Intimidaciones y allanamientos: así se hizo el mural “¿Quién dio la orden?”, 21 de noviembre de 2021.
[10] La Fiscalía, la Procuraduría, el Sistema Penal Acusatorio, el Observatorio de Memoria y Conflicto del Centro Nacional de Memoria Histórica, la Coordinación Colombia Europa Estados Unidos.
[11]CAJAR: JEP reconoce la magnitud de los “falsos positivos” Son más de 6.000 casos, las víctimas tenían razón, 18 de febrero de 2021.
[12]Jurisdicción Especial para la Paz: Asesinatos y desapariciones forzadas presentados como bajas en combate por agentes del Estado.
[13]Corte Constitucional: Sentencia T-281/21, 23 de agosto de 2021.
[14] El Confidencial: ¿Quién dio la orden? Un asunto de interés público, 21 de noviembre de 2021.
[15] Colectivo José Alvear Restrepo, CAJAR.