En sus años más duros de conflicto armado, Colombia también tenía movimientos de resistencias y esperanzas. Después de más de tres años de vivir desplazadas en diferentes lugar, como fue el coliseo de Turbo, las comunidades del Cacarica se organizaron para retornar solicitando garantías al Estado[1].
PBI acompañó ese retorno, y marcó nuestra historia en el país[2]. Se creó la Zona Humanitaria Nueva Esperanza, la primera del país, en un punto que se llama El Limón. Más tarde se dividiría en las Zonas Humanitarias de Nueva Vida y de Nueva Esperanza en Díos.
Luego acompañamos a CAVIDA de manera permanente en su territorio durante varios años, porque se mantenía la presencia de actores armados (ilegales y legales), y seguían las amenazas a las personas lideresas, a pesar de haber establecido las Zonas Humanitarias y haber exigido ser protegidas como población civil. Ana María del Carmen, lideresa de CAVIDA, nos cuenta en este vídeo esa historia de la comunidad afrodescendiente del Cacarica, que se ha encontrado atrapada en un conflicto armado ajeno.
Hoy en día la mayoría de las familias permanecen en situación de desplazamiento: aún no han retornado a sus territorios originales, y denuncian que sus territorios siguen siendo controlados por actores armados ilegales[3].
https://youtu.be/3UysFs6MClI
PBI Colombia