Nuestro destino en esta ocasión era Mapiripán, un municipio del departamento del Meta, uno de los departamentos más grandes de Colombia, región conocida como El Llano, donde tradicionalmente sus principales actividades económicas han sido la agricultura, la ganadería y la extracción de petróleo. Aunque en los últimos años, también se está produciendo palma de aceite gracias a la empresa multinacional Poligrow[1].
Acompañamos a la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, organización que apoya al reclamante de tierras William Aljure. Desde hace cinco años, William y su hermano Dumar han recibido amenazas de personas pertenecientes a grupos neoparamilitares que operan en la zona. Por este motivo tuvieron que desplazarse de la tierra que ellos consideran les pertenece por herencia[2]. William y Dumar son nietos del político y exguerrillero Dumar Aljure, a quien después de su desmovilización, el gobierno le entregó unas tierras en la zona de Mapiripán. [caption id="attachment_7688" align="alignnone" width="1200"] William Aljure[/caption] Tras la muerte de sus padres, los hermanos Aljure pasaron a ser los herederos de la parte que correspondía a su padre. A simple vista, no parece que debería haber sido algo tan complicado, sin embargo, la realidad es que el proceso ha sido muy difícil y a día de hoy no hay claridad sobre el tema, pues, el proceso se ha cruzado con presuntos negocios de compra-venta de parte de la finca que otros familiares de los Aljure realizaron con la empresa multinacional palmera Poligrow sin que aún estuviera definida la titularidad de la tierra[3]. [caption id="attachment_7691" align="alignnone" width="1200"] Mapiripán[/caption] Este asunto es bastante delicado, pues la empresa palmera está muy presente en la región de Mapiripán con su proyecto empresarial de producción de palma aceitera para agrocombustibles, el cual es presentado por la empresa como un proyecto ejemplar de respecto al medio ambiente. Sin embargo, al parecer, según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) y el Centro de Investigaciones sobre Empresas Multinacionales (Somo), han podido darse irregularidades para la implementación de su proyecto en la zona en distintos aspectos, como en la adquisición de las tierras o afectaciones a comunidades indígenas, entre otras[4]. A pesar de ello, y de todo lo que puede venir de ahora en adelante tras el retorno de los hermanos Aljure, fue muy bonito compartir y vivir con ellos este momento de regresar a la que ellos consideran que es su tierra, su casa.
Derechos territoriales en Mapiripán (julio de 2016)
El vivir de todos los campesinos (julio de 2016)
Acompañamos a la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, organización que apoya al reclamante de tierras William Aljure. Desde hace cinco años, William y su hermano Dumar han recibido amenazas de personas pertenecientes a grupos neoparamilitares que operan en la zona. Por este motivo tuvieron que desplazarse de la tierra que ellos consideran les pertenece por herencia[2]. William y Dumar son nietos del político y exguerrillero Dumar Aljure, a quien después de su desmovilización, el gobierno le entregó unas tierras en la zona de Mapiripán. [caption id="attachment_7688" align="alignnone" width="1200"] William Aljure[/caption] Tras la muerte de sus padres, los hermanos Aljure pasaron a ser los herederos de la parte que correspondía a su padre. A simple vista, no parece que debería haber sido algo tan complicado, sin embargo, la realidad es que el proceso ha sido muy difícil y a día de hoy no hay claridad sobre el tema, pues, el proceso se ha cruzado con presuntos negocios de compra-venta de parte de la finca que otros familiares de los Aljure realizaron con la empresa multinacional palmera Poligrow sin que aún estuviera definida la titularidad de la tierra[3]. [caption id="attachment_7691" align="alignnone" width="1200"] Mapiripán[/caption] Este asunto es bastante delicado, pues la empresa palmera está muy presente en la región de Mapiripán con su proyecto empresarial de producción de palma aceitera para agrocombustibles, el cual es presentado por la empresa como un proyecto ejemplar de respecto al medio ambiente. Sin embargo, al parecer, según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) y el Centro de Investigaciones sobre Empresas Multinacionales (Somo), han podido darse irregularidades para la implementación de su proyecto en la zona en distintos aspectos, como en la adquisición de las tierras o afectaciones a comunidades indígenas, entre otras[4]. A pesar de ello, y de todo lo que puede venir de ahora en adelante tras el retorno de los hermanos Aljure, fue muy bonito compartir y vivir con ellos este momento de regresar a la que ellos consideran que es su tierra, su casa.
Lara