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“Vivos nos los devuelvan, porque vivos se los llevaron”

“Vivos nos los devuelvan, porque vivos se los llevaron”

La lucha de las mujeres en búsqueda de sus seres queridos víctimas de desaparición forzada

“Han pasado tantos años desde que mi hijo desapareció. Aunque pasa el tiempo, los meses y los años, no dejo de buscar, así como la verdad de lo sucedido. Las madres que buscamos a nuestros desaparecidos no miramos barreras, obstáculos, no escuchamos voces que nos desaminen; somos mujeres berracas con la mirada puesta en el horizonte en busca de lo que se nos arrebató; somos miles de madres en busca de la verdad, un cuerpo a quien llorar y, sobre todo, que no haya repetición”.

Las aguas del río que cruza Caño Sibao, ubicado en el municipio de Granada en el Meta, corren plácidas mientras un padre, acompañado por integrantes de la Fundación Nydia Erika Bautista (FNEB), nos señala donde encontraron la moto de su hijo desaparecido en el 2017. Bajo el duro sol de la tarde, recorremos los lugares donde C. fue visto por última vez y su padre nos cuenta de la llamada recibida en el 2019, cuando desconocidos le avisaron de que su hijo había sido asesinado y enterrado cerca del río. Miembros de la Fundación mapean meticulosamente calles y esquinas mientras nos dirigimos al cauce del río donde podría encontrarse el cuerpo de C. Su padre nos comenta que la vegetación ha crecido bastante en los últimos años cambiando el paisaje y dificultando así la búsqueda de su hijo.

[caption id="attachment_14219" align="alignnone" width="1920"] El padre de C. indicando el lugar donde fue encontrada la moto de su hijo, tirada en el río, Caño Sibao. Foto: Margherita Forni.[/caption] [caption id="attachment_14224" align="alignnone" width="1920"] El padre de C. mostrando a un mimbro de la Fundación el caunce del río donde podría encontrarse el cuerpo de su hijo desaparecido. Caño Sibao. Foto: Margherita Forni.[/caption]

Al día siguiente, de camino al pueblo de Puerto Rico, paramos para recoger a la señora P. Ella nos conduce por un sendero rural, donde nos detenemos frente a un campo de arroz. Su marido despareció hace unos veinte años, y fue señalado de ser guerrillero de las FARC-EP. Su mirada recorre el campo de arroz por encima del horizonte; ella también tiene una idea de dónde podría encontrarse el cuerpo de su ser querido. Los y las integrantes de la Fundación siguen las indicaciones de la señora P., que sacude la cabeza afirmando que es una pena no haber tomado fotografías en el pasado: el arrozal no estaba y ahora es difícil orientarse.

[caption id="attachment_14221" align="alignnone" width="1920"] La señora P. en el arrozal donde podría encontrarse el cuerpo de su marido desaparecido hace unos veinte años. Foto: Tullio Togni.[/caption] [caption id="attachment_14222" align="alignnone" width="1920"] PBI acompañando en los recorridos. Foto: Tullio Togni.[/caption]

Estas son solo algunas de las historias de los y las familiares de víctimas de desaparición forzada, que asistieron a un taller organizado por la Fundación Nydia Erika Bautista, el día 22 de junio en Villavicencio, capital del Meta, uno de los departamentos más afectados por el crimen de desaparición forzada. Desde PBI acompañamos el evento que se focalizó sobre todo en el derecho a la verdad, la justicia y las garantías de no repetición que tienen los y las familiares con respecto a la desaparición forzada de sus seres queridos.

[caption id="attachment_14234" align="alignnone" width="1920"] Miembros de la Fundación Nydia Erika Bautista mapeando los recorridos donde fueron vistos por última vez los seres queridos de los familiares en búsqueda. Foto: Margherita Forni.[/caption] [caption id="attachment_14225" align="alignnone" width="1920"] Miembros de la Fundacion acompañando a una madre en el reccorido del lugar donde desapareció su hijo. Casco urbano de Granada. Foto: Margherita Forni.[/caption]

La jornada, en la que participaron unas 30 madres buscadoras junto a otros familiares, se abrió con una actividad enfocada en los relatos de las personas presentes sobre sus historias de búsqueda y las de sus seres queridos, para dar visibilidad a aquellas personas que fueron invisibilizadas y dignificar sus historias que no se pueden reducir al mero hecho violento de la desaparición. FNEB junto con los y las familiares presentes entregó a la Comisión de la Verdad, la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas, y al alcalde de Villavicencio un informe con sugerencias y aportes para avanzar en la búsqueda de sus seres queridos y para lograr un país libre de desaparición forzada.

[caption id="attachment_14220" align="alignnone" width="1920"] Yanette Bautista, directora de la Fundación Nydia Erika Bautista. Villavicencio. Foto: Margherita Forni.[/caption] [caption id="attachment_14226" align="alignnone" width="1920"] El taller brindado por FNEB en Villavicencio con mujeres y familiares buscadores y buscadoras. Foto: Margherita Forni[/caption]

En Colombia el conflicto armado ha ocasionado múltiples hechos victimizantes, entre ellos: la desaparición forzada, catalogado como crimen de lesa humanidad[1] por el Derecho Internacional Humanitario (DIH), por ser considerada una práctica que constituye un “ultraje a la dignidad humana”. La desaparición forzada como mecanismo de violencia opera mediante al arresto, la detención o cualquier otra forma de privación de libertad que ocasiona el ocultamiento de la víctima[2]. Los daños que produce la desaparición forzada abarcan todas las dimensiones del ser humano, entre ellas, el impacto psicosocial y quiebre en la vida emocional, familiar y comunitaria de las personas víctimas y la sociedad. En Colombia la mayoría de las víctimas de este crimen han sido las mujeres de entornos rurales que, además, han sufrido violencias desproporcionadas por parte de todos los actores armados, tanto legales como ilegales[3]. De hecho, son las abuelas, las madres, las hijas y las hermanas, las mayores impulsoras de procesos de búsqueda, que por su incansable lucha y experiencia adquirida se convierten en lideresas y referentes para otras mujeres y familiares que buscan a sus seres queridos.

[caption id="attachment_14223" align="alignnone" width="1920"] PBI, Fundación Nydia Erika Bautista, y mujeres buscadoras. Puerto Rico.[/caption]

Desde el 23 hasta el 25 de junio, varias mujeres buscadoras y familiares de desaparecidos y desaparecidas, acompañadas por el equipo de FNEB y PBI, realizaron un recorrido por los lugares donde sus seres queridos fueron vistos por última vez y donde podrían encontrarse sus cuerpos. Como nos cuentan las mujeres buscadoras, entre las dificultades con las que se topan durante el proceso de búsqueda, además del vacío emocional que deja la desaparición forzada, están las dificultades prácticas. De hecho, aunque se pueda ubicar exactamente el lugar donde se encuentra un cuerpo y, si bien hay una ley que prioriza la exhumación, muchas veces los restos se encuentran en lugares que con el tiempo han sido edificados. La construcción de casas u hospitales, o los lugares y pasajes que cambian a lo largo de los años, complican y alargan la exhumación.

[caption id="attachment_14227" align="alignnone" width="5120"] Río Ariari en el Departamento del Meta. Puerto Rico. Foto: Margherita Forni.[/caption]

En tres días viajamos por diferentes pueblos del Meta, desde Villavicencio hasta Puerto Rico donde terminamos frente al río Ariari, pasando por San Martín y Granada. Las actividades desarrolladas por FNEB tenían como objetivo principal realizar entrevistas, cartografías y levantamientos geográficos para reducir al máximo las zonas donde podrían encontrarse los cuerpos de los familiares acompañados y hacer memoria desde la voz y los relatos de las víctimas, para que las historias de quienes han sido desaparecidos y desaparecidas no caigan en el olvido, condenándolas a una doble invisibilización.

[caption id="attachment_14218" align="alignnone" width="1920"] Mujer buscadora mostrando la foto de su hermano desaparecido. Puerto Rico. Foto: Tullio Togni.[/caption]

Durante el acompañamiento, las mujeres buscadoras nos mostraron toda sus fuerza y dignidad en la búsqueda incansable de sus seres queridos, alimentando un movimiento colectivo que, a pesar de todos los ataques y amenazas que conlleva su ejercicio, se mantiene firme gracias a la articulación e impulso de las mujeres que lo componen: abuelas, madres, hijas y hermanas unidas por el mismo dolor, pero también por la misma lucha, que no cede frente a obstáculos y barreras. Mujeres que mantienen la mirada bien alta, puesta en el horizonte, en la búsqueda de sus seres queridos, de la verdad, y en la lucha por un país libre de desaparición forzada.

Margherita Forni

PBI Colombia


  [1] Centro Nacional de Memoria Histórica: Huellas y Rostros de la Desaparición Forzada (1970-2010), 2013. [2] Centro Nacional de Memoria Histórica: Basta Ya, Colombia Memorias de Guerra y Dignidad, 2013. [3] Ibid.