Pasar al contenido principal

La Universidad Campesina: Un Espacio de Resistencia y Soberanía Territorial

La Universidad Campesina: Un Espacio de Resistencia y Soberanía Territorial

La Universidad Campesina: Un Espacio de Resistencia y Soberanía Territorial (por Paula Casariego: brigadista de terreno, equipo Bogotá)  En un país donde la violencia, el despojo territorial y el desplazamiento forzado han sido parte de la realidad cotidiana de los campesinos y campesinas, nació una iniciativa educativa profundamente vinculada con la resistencia política y social de las comunidades rurales de Colombia. Era el año 2004 cuando nacía la Universidad Campesina de la Comunidad de Paz de San José de Apartadó, en el contexto del desplazamiento masivo de campesinos por el conflicto armado. Años después, se ha consolidado, a pesar de que la violencia y el despojo territorial siguen siendo parte de la realidad cotidiana. 20 años después se presenta como una respuesta autónoma y colectiva frente a un sistema educativo tradicional, que no responde a las necesidades de las comunidades rurales. La iniciativa surgió de la necesidad de las comunidades campesinas de organizarse y compartir conocimientos que les permitieran fortalecer sus luchas por la tierra, la soberanía alimentaria y la defensa del territorio. A través de este espacio, campesinos, campesinas, comunidades indígenas, afrodescendientes y otras organizaciones sociales han podido intercambiar saberes y estrategias para enfrentar las problemáticas territoriales, sociales y ambientales a las que deben hacer frente cada día. Un Proyecto de Resistencia y Autonomía Lejos de los métodos convencionales de enseñanza, la Universidad Campesina no se limita a las aulas tradicionales. Su enseñanza se basa en el reconocimiento y la valorización de los saberes ancestrales y las prácticas cotidianas de los pueblos del campo, como la agroecología, la medicina tradicional, la producción orgánica y el reconocimiento y la conservación de la biodiversidad [1]. Este enfoque educativo promueve el trabajo colectivo, la cooperación y la organización comunitaria, elementos esenciales para fortalecer la autonomía de las comunidades frente a las estructuras de poder del Estado y las amenazas del conflicto armado. A lo largo de los años, la Universidad Campesina ha sido un espacio de encuentro para diversas comunidades del país y del mundo, facilitando el intercambio de experiencias y estrategias de resistencia. En su último encuentro, celebrado a finales de 2024, acogió a representantes de comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas de diferentes territorios, así como a organizaciones y procesos de base como “Ríos Vivos”, “Pan Rebelde”, “ConPazCol”, “La Comunidad de Tamera” y “Defender lo Sagrado”. Todas estas organizaciones comparten el compromiso con la protección de la tierra como la única vía para una agricultura viable, sustentable y sostenible. Este encuentro también contó con la presencia de personalidades que actualmente forman parte del Gobierno, como la Defensora de Derechos Humanos Gloria Cuartas, directora de la Unidad de Implementación del Acuerdo Final de Paz, quien contribuyó con su perspectiva sobre la importancia de la justicia y la paz en el proceso de resistencia de las comunidades. La Universidad como Espacio de Resistencia Territorial El carácter político de la Universidad Campesina se manifiesta no solo en su enfoque educativo, sino también en la lucha por la defensa del territorio y la vida digna. En este sentido, la Universidad se ha convertido en un espacio clave para debatir y proponer alternativas frente a la crisis ecológica y alimentaria que atraviesa el país y el mundo. Desde su origen, la comunidad ha planteado un modelo alternativo al extractivismo, que supone la explotación indiscriminada de grandes volúmenes de recursos naturales y materias primas de la tierra, preferentemente para su exportación, y ha puesto el foco en la soberanía alimentaria, la recuperación de semillas ancestrales y el respeto por la Madre Tierra. Una de las propuestas más destacadas de las comunidades participantes es la liberación de la tierra, un proceso que busca sanar y proteger el territorio frente a la explotación y la contaminación. Este enfoque interétnico ha promovido la creación de espacios de encuentro para restaurar el vínculo con la tierra y generar alternativas ecológicas que enfrenten la crisis ambiental. La Universidad Campesina y las Organizaciones Internacionales  A lo largo de su trayectoria, la Universidad Campesina ha contado con la solidaridad y el apoyo de diversas organizaciones internacionales que comparten la visión de resistencia y construcción de un mundo más justo y sostenible. Entre ellas se encuentran la organización “Defender lo Sagrado” y “La Comunidad de Tamera”, así como otras redes internacionales de comunidades hermanadas que luchan por la justicia social y la defensa del medio ambiente. Estas alianzas han permitido fortalecer el proceso educativo y organizativo de la comunidad, ampliar el alcance de sus propuestas y crear lazos de apoyo mutuo. De su reiterado discurso recogemos estas afirmaciones: “El agua es vida. La vida es sagrada. No tenemos otra opción para asegurar nuestro futuro. Debemos proteger todo aquello que es esencial para nuestras vidas. Los seres humanos han comenzado a separarse de la naturaleza. Actúan como una especie dominante que está intentando controlar el mundo natural y han desencadenado una devastación global. El resultado de esta separación es la crisis ambiental y la crisis interna, la violencia contra la Tierra y la violencia interpersonal, que son dos caras de la misma moneda. Ahora nos unimos como comunidad planetaria para defender lo sagrado, para dar a luz la transición hacia un mundo en el que la humanidad ya no dominará, sino que cooperará con toda la vida.” [2] La presencia de estas organizaciones internacionales ha enriquecido los encuentros de la Universidad Campesina, aportando nuevas perspectivas y experiencias sobre cómo la resistencia y la autonomía pueden articularse a nivel global. A su vez, las comunidades rurales de Colombia han compartido su visión de un mundo donde la paz, la justicia social y el respeto por la naturaleza sean principios fundamentales para la construcción de un futuro sin violencia ni desigualdad. Un Futuro de Resistencia y Esperanza A lo largo de 2024, la Universidad Campesina ha continuado su labor como un espacio de resistencia pacífica y fortalecimiento comunitario, a pesar de las amenazas y los desafíos que enfrentan las comunidades rurales en Colombia. En su lucha por la defensa del territorio, la soberanía alimentaria y la justicia social, la Universidad sigue siendo un faro de esperanza y un ejemplo de vida digna para las comunidades que resisten la violencia y el despojo. Por todo ello, se ha evidenciado que, a través de la educación alternativa y la cooperación entre comunidades, la Universidad Campesina de la Comunidad de Paz de San José de Apartadó demuestra cada día que, incluso en medio del conflicto y la adversidad, es posible construir alternativas viables para la paz y la autonomía, que no solo beneficien a las comunidades rurales de Colombia, sino que también ofrecen lecciones valiosas para el mundo entero, demostrando así, que la resistencia es campesina.  
  1. https://educacionparalasolidaridad.com/2017/05/17/comunidades-de-paz-de-san-jose-de-apartado-universidad-campesina/
  2. https://www.tamera.org/wp-content/uploads/Defend-the-sacred-manifesto-full-version-Espa%C3%B1ol.pdf