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Mujeres Buscadoras

La dignificación que esperan las mujeres buscadoras de víctimas de desaparición forzada

En Colombia llegó la hora de reivindicar el trabajo de las mujeres y personas buscadoras de víctimas de desaparición forzada. En esta tarea, las mujeres sufren gravísimas vulneraciones de derechos humanos que van desde violencia sexual, secuestro, privaciones de la libertad, extorsiones, amenazas y represalias, en la búsqueda de los seres queridos, ya sea individualmente o colectivamente.

Buenaventura: silencio y olvido frente a la desaparición forzada

Desde una distancia segura, la Isla Calavera se veía tranquila aquella mañana soleada de agosto. Ubicada a un kilómetro del centro de la ciudad portuaria de Buenaventura, la Isla Calavera, oficialmente llamada “Isla Pájaros” por la diversidad de aves que la habitan, parece un lugar pacífico, rodeado por las aguas ondulantes del estero San Antonio.

Proteger el sentido

«Las mujeres somos diversas y hoy nos encontramos en esa diversidad» dijimos nada más empezar el Encuentro de Mujeres Defensoras organizado por PBI Colombia que tuvo lugar en La Vega del 24 al 27 de febrero. Las mujeres colombianas, desde sus ancestralidades indígenas, afrodescendientes y mestizas en resistencia, nos han enseñado algo fundamental en el trabajo de protección: también es necesario proteger el espíritu, el sentido, lo más profundo que nos conforma.

“Ni vivos, ni muertos: desaparecidos”

La desaparición forzada es un crimen internacional, una violación a los derechos humanos, una tragedia sin fin, un dolor permanente. Un familiar de una persona desaparecida siempre contará los días exactos desde la ausencia de su ser querido, y cada día se imagina lo posible y lo imposible, sueña si estará vivo o viva, se preguntará si su ser querido está bien o si tiene comida, como comenta una madre buscadora, pero también se imagina cada día una posible muerte distinta.