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Jiguamiandó

Urabá, violencia y territorio en la historia contemporánea

Urabá siempre ha sido comparada en el imaginario con un territorio sin más ley que la del más fuerte, marcada por una violencia endémica y disputada por los grupos armados en conflicto[1]. Descifrar la violencia en Urabá es ante todo comprender las dinámicas de un territorio en construcción nacido de colonizaciones sucesivas.

¿Por qué matan a los líderes antes de Navidad?

Dagoberto viajó dos días desde su hogar en el río San Juan hasta el Urabá. Es la primera vez que visita estas tierras. Viste una camiseta negra marca Adidas y al sonreír revela sus dientes grandes y chuecos, y de buen humor dice “Y lo que nos falta por recorrer”.

¿Anhelando la Paz, recibiendo otra vez guerra?

Aún no amanece. Son las cinco de la mañana y estamos saliendo de nuestra casa en Apartadó, Urabá, hacía la cuenca de Jiguamiandó. Nuestro destino es la Zona Humanitaria de Nueva Esperanza. Dependiendo del clima se puede acceder la zona humanitaria por tierra o por río. Esta vez nos toca hacer la última parte del viaje en bote. Un joven de la comunidad nos conduce con mucho talento en un largo y estrecho bote por los pequeños afluentes hacia el rio Jiguamiandó.

Llegamos para quedarnos

“La situación que tenemos ahora es crítica”, sentencia Erasmo Sierra, un hombre fuerte de 74 años que lleva con su mujer, Agrepina, 47 años en Jiguamiandó, en el Chocó. “Llegué aquí de peladito”, se ríe Don Erasmo mirando con nostalgia a su mujer. “Hubo tantos zancudos que una no quería ni salir de la cama en las mañanas”, contribuye Agrepina.

Restitución de tierras en la cuenca de Curbaradó

Entre 1996 y 1997 las comunidades del Bajo Atrato fueron víctimas de operaciones militares y paramilitares que causaron el desplazamiento masivo de más del 70% de la población[1], además de asesinatos, casos de tortura y desapariciones[2]. Después del desplazamiento, se fueron instalando en el territorio empresas bananeras y palmeras[3].

Curbaradó y Jiguamiandó: el reto sigue vigente, la restitución de tierras

Las comunidades de Curbaradó y Jiguamiandó[1], situadas en el municipio de Carmen del Darién, departamento del Chocó, primero fueron víctimas de desplazamiento forzado y posteriormente han tenido que afrontar el despojo de tierras por parte de empresas palmicultoras. A medida que las comunidades regresaron a su región y se han organizado para defender sus derechos, las muertes ejemplarizantes y las amenazas han ido en aumento. Sin embargo, las comunidades retornadas han logrado permanecer en el terreno.