Pasar al contenido principal

Curbaradó

2012: Asesinato del líder reclamante de tierra Manuel Ruiz y de su hijo Samir, en Curbaradó

Manuel Ruiz fue uno de los líderes más activos en el proceso de restitución de tierras en las cuencas de los ríos Curbaradó y Jiguamiandó, ubicados en el Bajo Atrato chocoano. Este proceso se enmarcaba dentro del Plan de Choque (procesos de restitución de tierra prioritarios y acelerados) del Gobierno del Presidente Juan Manuel Santos[1].

Líderes y lideresas del Bajo Atrato expresan preocupaciones ante la comunidad internacional

“Estamos viviendo en el confinamiento, los actores armados ilegales se están disputando el territorio, y las personas que denuncian o quieren denunciar se convierten en objetivos militares”, ese llamado fue de un líder de la cuenca de Curbaradó en la reunión que se realizó este viernes 29 de marzo entre personas lideresas de diferentes comunidades del Bajo Atrato y representantes de la Comunidad Internacional. En el Bajo Atrato la situación sigue tensa y la crisis humanitaria sin resolver.

“Llevo 20 años luchando por los derechos humanos y todavía no me siento cansada”

Maria Ligia Chaverra me recuerda esta frase que era famosa en mi niñez que decía “pequeño pero fuerte”[1], porque es una mujer con una pequeña estatura pero que inspira tanta fuerza: cuando entra en un sitio, todos y todas se callan y la miran con admiración. Tiene ya 77 años, y más de 20 luchando por su comunidad y la defensa de su territorio en medio del conflicto armado que ha atormentado la región del Bajo Atrato.

Defender el derecho de las comunidades a recuperar lo que les pertenece: su territorio

“Crecí en el medio de la violencia y el desplazamiento forzado en la cuenca de Curbaradó. Esa memoria que llevo, que ha sido violenta, me ha levantado e impulsado a ser un defensor de derechos humanos, para defender a las comunidades y que puedan recuperar lo que es de ellas. En este caso, hablo del territorio. Todo lo que hemos tenido que vivir es lo que me inspira y anima para defender los derechos humanos de las comunidades y la memoria.

Urabá, violencia y territorio en la historia contemporánea

Urabá siempre ha sido comparada en el imaginario con un territorio sin más ley que la del más fuerte, marcada por una violencia endémica y disputada por los grupos armados en conflicto[1]. Descifrar la violencia en Urabá es ante todo comprender las dinámicas de un territorio en construcción nacido de colonizaciones sucesivas.

¿Por qué matan a los líderes antes de Navidad?

Dagoberto viajó dos días desde su hogar en el río San Juan hasta el Urabá. Es la primera vez que visita estas tierras. Viste una camiseta negra marca Adidas y al sonreír revela sus dientes grandes y chuecos, y de buen humor dice “Y lo que nos falta por recorrer”.

“Esta guerra ha sido la etapa más difícil en toda mi vida”

El rostro de María Ligia ha sido pintado por muralistas sobre las paredes de las casas de la Zona Humanitaria que ella misma ha ayudado a construir. Esta lidereza quien recibió amenazas esta semana vive en la cuenca del río Curbaradó (Urabá). ¿Quién es esta mujer? Aquí cuenta algo de su historia: «Yo llegué a estas tierras con mi marido en 1959; tenía diecisiete años.

“Como el sol de Noruega en invierno”

Todos los días, Enrique Cabezas agradece que él y sus familiares siguen vivos. Es, probablemente, uno de los líderes de tierra más amenazados de la cuenca del río Curbaradó. Hace pocos días, integrantes de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) lo amenazaron nuevamente[1]. De hecho, hace un mes, las AGC mostraron que las amenazas sí se cumplen, pues asesinaron a Duberney Gómez, hijo del reclamante de tierras, Rafael Truaquero[2] a sólo tres kilómetros de la finca de Enrique.