El camino hacia la paz es largo y complejo
El Gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia ratifican en Cartagena el Acuerdo para la construcción de una paz estable y duradera. Es un momento histórico, fundamental hacia el fin de una parte de medio siglo de conflicto armado interno que ha dejado más de ocho millones de víctimas[1], la mayoría de ellas civiles[2]. Es un paso para alcanzar una sociedad con menos violencia y más respeto a los derechos humanos, y ojalá, más justicia.