Restitución de tierras en la cuenca de Curbaradó
Entre 1996 y 1997 las comunidades del Bajo Atrato fueron víctimas de operaciones militares y paramilitares que causaron el desplazamiento masivo de más del 70% de la población[1], además de asesinatos, casos de tortura y desapariciones[2]. Después del desplazamiento, se fueron instalando en el territorio empresas bananeras y palmeras[3].