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25 aniversario

2006: Colectivo de abogadas acompañan la resistencia en el Catatumbo

En el año 2006, empezamos a acompañar a un colectivo de abogados de Bucaramanga, el Colectivo de Abogados Luis Carlos Pérez (CCALCP), conformado tres años antes. CCALCP está formada por un grupo de mujeres abogadas que asesoran jurídicamente a víctimas de graves violaciones de derechos humanos, además de acompañar procesos de defensa del medio ambiente y del territorio, así como procesos basados en la implementación del Acuerdo de Paz, todo ello principalmente en las regiones del Magdalena Medio y el Catatumbo (Norte de Santander).

2004: La dificultad de ser Mujer Defensora de Derechos Humanos

En un contexto de alta tensión y fuertes señalamientos a personas defensoras de derechos humanos[1], Soraya Gutiérrez, abogada del Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo (CAJAR)[2], recibió numerosas amenazas y ataques, un día recibió en su casa un paquete con muñecas ensangrentadas y amenazas de muertes hacía ella y su hija. En este historia, Soraya nos cuenta lo difícil que es de ser defensora de derechos humanos, nos explica las estrategias de miedo que sufren atacando a su condición de mujer, de madre

2003: Luz de esperanzas

La hermana Maritze es una gran defensora de derechos humanos que, a lo largo de los años ha acompañado a comunidades víctimas de la violencia sociopolítica y del conflicto armado, en su búsquedas de justicia, de verdad, y garantías de no repetición. Uno de los procesos que ha acompañó, es a la Asociación de Familias Víctimas de la Masacre de Trujillo (AFAVIT).

Cantar resistencia

Esta canción hermosa fue creada y grabada en la Zona Humanitaria de Camelias en el territorio colectivo de Curbaradó (Chocó), durante el evento regional conmemorando los 25 años de PBI en Colombia. La escritura y realización de esta canción ha sido el fruto de un ejercicio colectivo de miembros de diversas comunidades y procesos acompañado por PBI en Urabá y Sucre; quienes llegaron con sus propias experiencias, lágrimas y esperanzas, unificadas por un amor por la vida y por su tierra, y una capacidad de “organizarse para poderla defender” porque “vivir sin tierra es vivir sin vida”

2000: El retorno a Cacarica

En sus años más duros de conflicto armado, Colombia también tenía movimientos de resistencias y esperanzas. Después de más de tres años de vivir desplazadas en diferentes lugar, como fue el coliseo de Turbo, las comunidades del Cacarica se organizaron para retornar solicitando garantías al Estado[1]. PBI acompañó ese retorno, y marcó nuestra historia en el país[2]. Se creó la Zona Humanitaria Nueva Esperanza, la primera del país, en un punto que se llama El Limón.

1999: PBI abre su oficina en Medellín

El conflicto armado llegó a los centros urbanos. Después de los años oscuros de terrorismo generado por el Cartel de Medellín, comunas de la ciudad de Medellín estaban bajo el control de la insurgencia, y otras estaban bajo el control de grupos paramilitares (Bloque Metro y Bloque Cacique Nutibara de las Autodefensas Unidas de Colombia – AUC).

1998: Persecución a organizaciones defensoras de derechos humanos

En 1998, en Colombia se vivía años de altos niveles de violencia, los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) se expandieron en muchas partes del territorio, librando ataques violentos y masacres para generar zozobra y luchar contra la insurgencia, dejando las personas civiles en el centro de estos ataques.