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Mujeres Defensoras

2004: La dificultad de ser Mujer Defensora de Derechos Humanos

En un contexto de alta tensión y fuertes señalamientos a personas defensoras de derechos humanos[1], Soraya Gutiérrez, abogada del Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo (CAJAR)[2], recibió numerosas amenazas y ataques, un día recibió en su casa un paquete con muñecas ensangrentadas y amenazas de muertes hacía ella y su hija. En este historia, Soraya nos cuenta lo difícil que es de ser defensora de derechos humanos, nos explica las estrategias de miedo que sufren atacando a su condición de mujer, de madre

“Mi Nombre es Mujer Perla Amazónica”…

…MEMPA es un nombre potente y lleno de fuerza, esa misma fuerza y energía que te transmiten las mujeres que componen el Comité Central de Mujeres de la Asociación de Desarrollo Integral Sostenible -ADISPA-“Mi Nombre es Mujer Perla Amazónica” MEMPA al conocerlas. Viven en la Zona de Reserva Campesina “La Perla Amazónica” (ZRCPA) ubicada en el departamento del Putumayo, en la zona fronteriza con el Ecuador.  Son campesinas, luchadoras y decidieron unirse y organizarse con el fin de tener una vocería y de poder reivindicar sus derechos más allá de la reivindicación del derecho al

Autocuidado como apuesta política

El trabajo de apoyo a la reconstrucción del tejido social de PBI está orientado al abordaje del miedo y las rupturas en los procesos organizativos, que son efectos de la violencia sociopolítica. En definitiva, la prevención de elementos que permitan dotar de sentido y resignificar las experiencias, así como elaborar estrategias para la continuidad de los procesos. Los efectos de la violencia sociopolítica paralizan el trabajo de las personas defensoras de derechos humanos y tienen como impacto el debilitamiento de las capacidades de resistencia y o

#Nostras Defensoras: Sanación

Capítulo 8: La Sanación

Las defensoras ponen cuerpo, mente y espíritu para seguir desarrollando los trabajos en defensa de los derechos humanos. Y la continuidad de esa labor implica sanar las heridas para sostener las luchas. Las cosmovisiones de los pueblos originarios nos enseñan las claves de la sanación a través de prácticas ancestrales. Donde el ser parte de un todo, el soltar, dejar ir, perdonar, personarse, reconocer, armonizar y complementar son partes esenciales para sanar la violencia histórica hacia las mujeres, hacia los pueblos y la naturaleza.

#NosotrasDefensoras: Autocuidado

Capítulo 7: El Autocuidado

El desgaste que provoca el trabajo de defensa de derechos humanos no suele verse como un tema prioritario por las defensoras y sus organizaciones. Las defensoras suelen señalar que no tienen tiempo ni espacio para cuidar de sí, muchas de ellas enfrentan dobles e incluso triples jornadas de trabajo, exponiéndose a múltiples afectaciones sobre su salud física, emocional, psicológica, mental, espiritual y sobre sus relaciones familiares, amorosas, sexuales, de amistad y de trabajo.

«A pesar de que hemos sufrido, hemos ganado la batalla»: Agripina Sierra

Las mujeres de la Zona Humanitaria “Nueva Esperanza” dicen desconocer los entresijos históricos del 8 de Marzo: quién decidió que ese día se celebraría el día de la mujer, por qué ese día y no otro,… Sin embargo, este día es un evento reconocido por las mujeres desde tiempo antes de que la violencia azotara, en 1997, la cuenca de Jiguamiandó, Chocó, sobre la que se levanta el caserío donde nos encontramos[1].

Diferentes Aspectos de la Protección

Capítulo 5: Diferentes aspectos de la protección

Ya no podemos hablar de la protección de manera individual ni fragmentada. Es necesario avanzar hacia una visión colectiva de la protección con estrategias que vayan más allá de la seguridad hacia un enfoque integral, que ponga el autocuidado, el cuidado colectivo, la sanación en el centro, que recupere la memoria histórica, que posicione a las defensoras como sujetas activas en materia de seguridad, incorporando las prácticas para el manejo de los riesgos en la cotidianidad y a lo interno de las organizaciones, movimien