Pasar al contenido principal

Buenaventura

Buenaventura: pueblo que no se rinde

El pueblo bonaverense vive un recrudecimiento del conflicto desde el 2020. Hoy, todos los ojos están puestos en Buenaventura, pues desde el pasado 30 de diciembre la vida de 170.500 personas está en riesgo debido a los enfrentamientos entre “Los Shotas” y “Los Espartanos”, dos facciones de “La Local”, grupo heredero del paramilitarismo.

2014: El primero espacio humanitario en contexto urbano en el mundo

En Buenaventura, Valle del Cauca, la presencia de actores armados ilegales ha sido una constante. Por las calles ronda el miedo latente derivado de los distintos tipos de control social que se ejercen contra pobladoras y pobladores.

Autocuidado como apuesta política

El trabajo de apoyo a la reconstrucción del tejido social de PBI está orientado al abordaje del miedo y las rupturas en los procesos organizativos, que son efectos de la violencia sociopolítica. En definitiva, la prevención de elementos que permitan dotar de sentido y resignificar las experiencias, así como elaborar estrategias para la continuidad de los procesos. Los efectos de la violencia sociopolítica paralizan el trabajo de las personas defensoras de derechos humanos y tienen como impacto el debilitamiento de las capacidades de resistencia y o

Los hechos más impactantes del año 2017

Enero

Este año se ha destacado por los asesinatos a líderes y lideresas, hechos profundamente dolorosos especialmente en tiempos de los acuerdos de paz. El 17 de enero fue asesinada Emilsen Manyoma de 31 años, quien formaba parte de Conpaz, un proyecto que reúne las propuestas de paz desde los territorios.

Dieciocho días de protesta social muestran las dos caras de Buenaventura

Escucho la voz de Miyela, una voz quebrada, desesperada, casi no le salen las palabras que ha grabado hoy a las 3:47 de la madrugada desde su casa: “¿Qué está pasando con mi gente de Buenaventura?”, pregunta la voz estallada en llanto que me rompe el corazón, “¿qué pasa con nosotros?”.

Entre la tierra firme y el océano

Tarde de domingo, estamos relajados sintiendo la brisa del Pacífico, sentados en el extremo de uno de los muchos puentes de madera que tiene esta parte de la ciudad de Buenaventura. Un hábitat que conecta la tierra firme con el océano, donde el estilo de vida es tan rural como urbano para los miles de habitantes de esta ciudad portuaria. Cada puente es diferente, y el “nuestro” no es cualquiera. Hace parte del primer de los dos Espacios Humanitarios del barrio, este es Puente Nayero.