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Viajando por Urabá durante el plan pistola

Son las 5:20 de la mañana, estamos frente a nuestra casa en Apartadó, Urabá, esperando el taxi para el viaje a la Finca la Europa, que acompañamos hace un tiempo. Tras un rato de espera, finalmente llega el carro para recogernos. Ayudándome con las maletas el chofer me susurra una disculpa. Anoche hubo rumores de problemas de orden público, así que no era seguro si iba a haber condiciones que permitieran el viaje. Algo que habíamos valorado en el equipo la noche anterior.

PBI busca Coordinador/a de Recaudación de Fondos

Estimado/a amigo/a, Incluido en este paquete se encuentra más información sobre el puesto del/la Coordinador/a de Recaudación de Fondos de Peace Brigades International (PBI), Proyecto Colombia. Además del formulario de solicitud, encontrará incluido una descripción de las actividades a realizar, un perfil del/la candidato/a y las condiciones de la actividad. Visite nue

Diecinueve años después del paso de los bárbaros

¿Por qué tenemos que hacer una fila? ¿Por qué van a llevarnos? ¿Adónde? No pueden llevarnos a la fuerza ¡Dios santo! ¡No vamos a subirnos a este camión! Si quiere matarnos acá, hágalo. ¡Asesino!
Es una de las terribles escenas ocurridas hoy hace diecinueve años, el 16 de mayo de 1998, cuando un grupo de cincuenta paramilitares interrumpieron una fiesta en Barrancabermeja. Esa noche se llevaron veinticinco personas y dejaron siete cuerpos sin vida en el barrio.

Los cincuenta años de perseverancia de Doña Brígida

En puntillas María Brígida intenta alcanzar los rollos de lienzo que se encuentran en el estante superior de su casa; el que busca cae al piso. Con las manos temblando y visiblemente nerviosa Brígida se agacha para recogerlo. “No es el momento para mostrar esto, pues estamos celebrando nuestros veinte años de la creación de la Comunidad de Paz. Es un día esperanzador”, nos dice y nos sentimos un poco mal por haberle pedido que nos muestre una de sus más famosas pinturas.

Cacao para sembrar vida

La tierra es extremamente fértil en las montañas de San José de Apartadó y desde que, en los años setenta, los campesinos colonos llevaron las primeras semillas del árbol de cacao hasta esta región ubicada en el Urabá, noreste de Colombia, ha quedado un territorio cacaotero. Pero durante los años noventa el Urabá recibió duros golpes de la guerra con la toma paramilitar, con los asesinatos de líderes y lideresas y con los desplazamientos forzados, lo que provocó que los árboles de cacao se secaran porque la guerra también impacta y daña la naturaleza.

Surcos con semillas de paz

Es casi media noche y en lo alto las estrellas intentan hacerse hueco en un cielo cada vez más nublado. Nadie pasa ya por la calle y los únicos ruidos que hay son los de la misma naturaleza. Unas cuantas vacas, acompañadas por un buey demasiado grande que camina señorial por Cañaveral, un caserío en el municipio antioqueño de Remedios, se asoman subiendo por la calle que baja a la escuela y se paran delante de su habitual establo, a la espera de que alguien les empuje la puerta de entrada.

“Durante varios años la comunidad de paz vivió una situación de terror”

Durante el 20 aniversario de la Comunidad de Paz de San José de Apartadó, PBI habló con el Padre Javier Giraldo, sacerdote jesuita comprometido con las comunidades rurales, muchas de ellas olvidadas en medio de la violencia y el conflicto armado interno. El Padre ha caminado al lado de la Comunidad de Paz desde su creación un Domingo de Ramos de la Semana Santa de 1997.