Un acto de memoria viviente
Son las seis de la mañana y un grupo de gente se arremolina en la Plaza de Bolívar de Bogotá. Algunos cubren el piso de la plaza con plásticos, tierra y plantas mientras otros hacen ejercicios de calentamiento.
Tres horas más tarde están listos para sembrarse. Cada uno de los participantes se sientan en el piso, otros cubren sus cuerpos con la tierra.
