“Ni vivos, ni muertos: desaparecidos”
La desaparición forzada es un crimen internacional, una violación a los derechos humanos, una tragedia sin fin, un dolor permanente. Un familiar de una persona desaparecida siempre contará los días exactos desde la ausencia de su ser querido, y cada día se imagina lo posible y lo imposible, sueña si estará vivo o viva, se preguntará si su ser querido está bien o si tiene comida, como comenta una madre buscadora, pero también se imagina cada día una posible muerte distinta.